Baja presión en muchos sectores de la localidad genera malestar en los vecinos. Algunos desde hace cinco días dependen de un hilo de agua. La provisión ya no alcanza cuando el turismo colma el poblado.
Las quejas son varias de los vecinos portuarios, especialmente los que residen en el casco urbano. No hay tanta presión y mucho se desvía previamente en complejos y casas que poseen una bomba que extrae el caudal.
Otros al no tener los medios para llenar sus tanques padecen el faltante y también el problema de la higiene que se complica con el tiempo.
La localidad portuaria creció, también existen loteos que van vendiendo terrenos y a su vez tienen conexiones al agua cruda que es la que abastece inicialmente a la villa.
Aseguran que, si empiezan con este problema en el arranque de la temporada, imaginan lo que será el resto del mes.
Incluso algunos juntan en baldes, pero tardan bastante tiempo por la exigua presión. Un trastorno que enfada a los habitantes portuarios.