En San Antonio Oeste reclamaron impulsar la Memoria, reclamar por la Verdad y exigir Justicia.





A 47 años del inicio del último Golpe de Estado que dejó uno de los resultados más trágicos de la historia argentina, en San Antonio Oeste se realizó un acto en la Plaza Centenario para impulsar la Memoria, reclamar por la Verdad y exigir Justicia.


“Este viernes 24 de marzo nos encontramos en las calles, en la plaza como lo hacemos todos los años: Para recordar el inicio de la última dictadura cívico militar y eclesiástica de nuestro país, y repudiarla”.

“Para resistir y comprometernos todes a defender y sostener la democracia que venimos construyendo hace 40 años de manera ininterrumpida. Para gritar bien fuerte que FUERON 30.400 y luchar contra el negacionismo”.

“Para reconocer a la identidad como un derecho irrenunciable y comprometernos a defenderla y garantizarla siempre. Para luchar y exigir la aparición con vida de les desaparecides en democracia”.

“Para repudiar toda persecución a las movilizaciones populares. Pero también para celebrar que resistimos, que estamos, que nos organizamos para encontrarnos y luchar juntes”.

“Por la MEMORIA, la VERDAD y la JUSTICIA, como comunidad, ¡si lxs nombramos no desaparecen! Juntes decimos NUNCA MÁS”.

A continuación, escrito leído y realizado por Daniel Finquelievich vecino y docente de la comunidad

El negacionismo es una construcción ideológica que aprovecha mecanismos psíquicos y cognitivos que tienen que ver con nuestra defensa, dice:  Feierstein, un especialista en estudios sobre genocidios y la construcción de la memoria.

Nos cuesta interiorizar el horror en nuestro aparato psíquico.

Entonces negamos. Los mecanismos de la negación muchas veces nos protegen el aparato psíquico cuando no se vuelven un problema.

Pero el negacionismo es distinto de la negación.

El negacionismo es la manipulación ideológica de la negación buscando un objetivo por fuera del hecho horroroso y su memoria.

El negacionismo tiene algunas características muy comunes en los procesos históricos:

Por un lado hay un conjunto de técnicas para relativizar o minimizar: no es negar los hechos que ocurrieron.

Es decir: No pasó tanto, no fue tan grave, las cifras no son tan así…

En segundo lugar hay una vinculación con teorías conspirativas

No pasó tanto, no fue tan grave, la cifrás no son tan así… en realidad nos quieren convencer de esto para vender aquello y dominarnos.

En tercer lugar, aparece la sobresimplificación: Dar siempre respuestas muy sencillas a problemas realmente complejos. Esto le da su posibilidad de irradiación… de expansión…

No pasó tanto, no fue tan grave, la cifras no son tan así… en realidad nos quieren convencer de esto para vender aquello y dominarnos. Los derechos humanos son un curro, una propaganda.

Luego de la pandemia, una de las estructuras subjetivas que ha cambiado es la estructura de la paranoia. Cada vez más encerrados y narcisistas.

Las teorías conspirativas necesitan de la paranoia.

No pasó tanto, no fue tan grave, la cifrás no son tan así… en realidad nos quieren convencer de esto para vender aquello y dominarnos. Los derechos humanos son un curro, una propaganda. Son todo lo mismo, son socios. Estamos perdidos.

El negacionismo relativiza, minimiza, sobresimplifica construyendo teorías conspirativas que encuentran en la paranoia de seres aislados la posibilidad de hacer metástasis.

Pienso que la disputa de la memoria implica seguir pensándonos como ejercicio interminable. Dejar de lado la ansiedad, el resultado, el producto.

Pienso que el desafío más grande a este sistema es seguir preguntándonos, para que en la pregunta se invite a las próximas generaciones a encontrarse con nosotres, embarrados y en patas.

Yo siento esta plaza del 24 con alegría. Acá se encuentran mucho y muchas (o pocos y pocas, según…) de los que me han formado y me siguen formando. En esta plaza encuentro siempre gente con la que nos hemos cuestionado el bien y el mal. Lo justo y lo injusto. Los privilegios nuestros y ajenos. En esta plaza hay gente con la que compartimos crianzas, amistades, encuentros, proyectos, utopías y fantasías.

En el rulo de cuestionarnos en el que a veces nos perdemos, pienso que no hay manera de perder, si siempre hay algo.

Para mí, esta plaza del 24 en San Antonio es vitoria, porque acá… no venció la nada, acá pasó algo.

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