Un camionero plantó árboles en la Ruta 3 entre Viedma y San Antonio. Hace pocas semanas murió en un choque, cerca de allí. Su hijo pidió públicamente colaboración para regarlos. La respuesta es sorprendente.
“Ver crecer esos arbolitos para que los disfrute todo el mundo era su sueño. Eso era él”, resalta José, uno de los cuatro hijos que Rodolfo crío solo. Ellos están muy dolidos por la pérdida y también indignados con el conductor de la camioneta que provocó el incidente, quien viajaba a altísima velocidad y con vestigios de haber consumido bebidas alcohólicas, según aseguran. La causa judicial para determinar responsabilidades está en trámite.
Notable respuesta
El muchacho recientemente publicó en su Face un pedido para que quien circule por la ruta 3 pare y riegue los arbolitos, ya que si no le acercan agua se secarán, porque la lluvia es escasa.
En su mensaje, José explicó que “Mi papá lamentablemente hoy no está con nosotros” y resaltó que su idea era “en un futuro tener una linda arboleda”.
Lo sorprendente fue la respuesta que recibió, ya que el posteo se viralizó increíblemente y decenas de personas, tanto de la comarca Viedma-Patagones como de San Antonio, Las Grutas y el Puerto aplaudieron el gesto de Don Rodolfo y la buena predisposición de José, a pesar de su dolor.
«Sin conocer a tu padre José, se ve que fue un ser que pensó en los demás. Aquel que planta un árbol, planta una esperanza. Felicitaciones», escribió un usuario.
«Yo no sabía quién los había plantado. Pero cuando los vi, me causó cierta emoción por esa obra de bien para el medio ambiente y, por ende para todas las personas», agregó una mujer, que incluso dijo que dejó una nota expresando su agradecimiento.
«Sin dudas debe haber sido un gran hombre», agregó otro.
Muchos se comprometieron a dejar su provisión de agua cada vez que pasen por el lugar. Otros que transitan esa ruta periódicamente aseguraron que incorporarán el hábito del riego a partir de ahora. Mientras que más de uno dijo que iría especialmente a dejar su contribución líquida.
“Me sorprendió la cantidad de gente que contestó a mi pedido. Recibí una lluvia de mensajes privados felicitándome a mí y a mi papá y eso en algo calma la pena. Por lo menos su sueño se puede cumplir”, resaltó José. (Publicado en LMCipolletti)