Comenzó diciembre con la controversia por los fuegos artificiales a fin de año en Las Grutas.
Como es tradicional en la villa balnearia, cada fin de año, se realiza un show de fuegos de artificios, para recibir el año nuevo. Turistas, como residentes o vecinos de localidades cercanas, se arriman a la costanera para festejar y observar el espectáculo.
Las primeras voces contrarias a la sonoridad son las Asociaciones Protectoras de Animales, como aquellos que se ocupan de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Esencialmente las y los proteccionistas de animales fueron las primeras en alzar la voz y emitir su contrariedad manifestando que no es necesario que se realice tal evento con los estruendos que provocan cada explosión.
Cada año expresan su contrariedad por lo que el estruendo provoca en los perros esencialmente, incluso hay presentaciones realizadas a los ejecutivos municipales, notas consecutivas desde el año 2010 en adelante solicitando la suspensión.
Desde este año 2021, la ordenanza establece que los fuegos artificiales deben ser “no sonoros”. Si bien el año pasado fue un intento de evidenciar que no era explosivos, finalmente fue así y posteriormente comenzaron las quejas al respecto contra los organizadores.
Recordemos que la ordenanza se modificó el 29 de diciembre del año 2019 y que la municipalidad no puede utilizar dinero de sus arcas para este tipo de espectáculo. Quien sí puede efectuar el pago es el Ente de Promoción Turística, como sucedió el último fin de año y que fuera decidido por unanimidad.
Desde el sector privado mencionan que desde hace 22 años que se realiza este evento y lo consideran una tradición, incluso algunos señalan “que la gente viene solo a Las Grutas en esa época por los pocos minutos de fuegos artificiales”.
La ordenanza es clara “se podrán realizar espectáculos nocturnos, como el tradicional de fin de año, sólo con el uso de fuegos artificiales sin sonido o con efectos lumínicos, como rayos láser”.