Aumentan las denuncias por estafas virtuales en Río Negro. Autoridades advierten sobre el incremento de engaños a través de correos y llamadas telefónicas
En los últimos años, las denuncias por estafas virtuales experimentaron un notable aumento en la región de Río Negro, según explica David Baffoni, Coordinador de Políticas Informáticas del Ministerio Público Fiscal. Este fenómeno, que trascendieron las antiguas tácticas dirigidas principalmente a personas mayores, ahora afecta a personas de todas las edades, aprovechándose de temas de interés general para engañar a las víctimas.
Las tácticas empleadas por los estafadores evolucionó, aprovechando situaciones de interés público como descuentos en servicios de gas y electricidad, turnos de vacunación, y subsidios económicos. Estos temas, al resonar en la sociedad, son utilizados para captar la atención de las personas, quienes, al confiar en estos supuestos beneficios, bajan la guardia y son engañadas para proporcionar información personal o realizar transferencias de dinero.
Baffoni señala que la mayoría de estas estafas no involucran un hackeo en el sentido técnico de la palabra. Las víctimas, sin saberlo, proporcionan voluntariamente la información necesaria para que los delincuentes accedan a sus cuentas bancarias. La técnica conocida como «phishing» es común: se envían correos electrónicos que imitan a entidades legítimas, engañando a las personas para que ingresen sus datos en sitios web falsos.
Las estafas llegaron a un punto donde no solo se dirigen a individuos, sino también a empresas. Sin embargo, en Río Negro no se reportaron casos de hackeos internos a compañías. Los estafadores simplemente recrean de manera convincente los correos de estas empresas, utilizando dominios públicos para hacer que sus engaños sean creíbles. A pesar de esto, la investigación para rastrear a los responsables se complica debido a la rapidez con la que el dinero es transferido entre múltiples cuentas virtuales.
El desafío que enfrentan las autoridades es identificar y procesar a los estafadores. Si bien se lograron avances significativos en algunas investigaciones, el proceso es lento y requiere el rastreo minucioso de las transacciones financieras. La cooperación entre diferentes jurisdicciones es crucial para abordar este problema, ya que muchos de estos casos tienen origen fuera de la región.
En cuanto a la responsabilidad de las instituciones bancarias, Baffoni sugiere que los bancos podrían mejorar sus protocolos de seguridad para proteger a sus clientes. A pesar de la existencia de regulaciones del Banco Central de Argentina, aún hay margen para que los bancos implementen medidas más efectivas, asegurando que las solicitudes de crédito y los cambios de contraseña sean realizados por las personas correctas. El uso de tecnologías como la autenticación de dos factores podría ser un paso importante hacia la reducción de estos fraudes.
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