Una delegación de alumnos del Centro de Educación Técnica N° 32 de San Antonio Oeste llevó adelante una experiencia formativa única en el Valle de Río Negro, donde durante una semana visitaron diversas bodegas, cervecerías y sidreras de la región, en el marco de la materia PAR y Enología.
Entre los estudiantes participantes se encontraba Martina, quien compartió detalles del viaje y resaltó la importancia que tuvo la actividad para su formación profesional. “Nos quedamos de lunes a viernes de la semana pasada. Viajamos el lunes 3 a la mañana y volvimos el viernes 7 a la noche. Visitamos muchas bodegas de la zona de Río Negro, donde nos enseñaron todo el proceso, desde la planta hasta la botella. En la escuela lo aprendemos teóricamente, pero fue muy bueno verlo en persona: se entiende mucho más cuando lo ves”, comentó.
Durante las recorridas, los jóvenes pudieron conocer de cerca el funcionamiento de bodegas familiares, sus historias, tradiciones y la pasión detrás de cada emprendimiento. Según relató Martina, la mayoría de los establecimientos visitados contaron cómo se inició cada proyecto, mostrando los distintos pasos del proceso productivo que va desde la cosecha hasta la elaboración final de vinos, sidras y cervezas. “Nos contaron su historia y nos mostraron el proceso completo. Vimos cerveza, sidra y vinos. Este viaje nos sirvió mucho para ver realmente cómo es todo y también para combinar lo que es la cocina con el mundo de la bebida”, explicó la alumna.
Uno de los temas centrales del aprendizaje fue el maridaje, un concepto clave dentro de la gastronomía profesional. “El maridaje sería la combinación de ambas cosas: el plato y la bebida. Lo que buscamos es que no solamente el plato sea el protagonista, sino que ambos se complementen y destaquen juntos. Creo que este viaje nos sirvió muchísimo para cerrar nuestra carrera y ampliar nuestra mirada sobre el mundo de la cocina y la bebida”, expresó.
La experiencia fue posible gracias al esfuerzo conjunto de los estudiantes, sus docentes y las familias, que realizaron actividades y colectas para reunir los fondos necesarios. “Pudimos juntar toda la plata y queremos agradecer a todas las personas que colaboraron, a los profes que se esforzaron para que esto fuera posible y a nuestros padres que aportaron lo que faltaba. Estamos súper contentos y agradecidos con todos”, remarcó Martina.
Además de las visitas técnicas, el grupo disfrutó de un recorrido turístico por distintas localidades del valle, conociendo paisajes, historias y emprendimientos locales. “Era un tour por bodegas, vidrieras y cervecerías. Lo que más me gustó fue ver las bodegas donde hacen vino, porque es impresionante el trabajo, las maquinarias y el cuidado que le ponen al producto final. Me encantó que muchas sean familiares, porque hay una historia detrás de cada una, y estaría bueno que más personas puedan vivir esta experiencia”, añadió la estudiante.
Martina destacó que varias de las bodegas visitadas reciben turistas para realizar recorridos guiados y degustaciones, lo que convierte a este tipo de salidas en una excelente oportunidad educativa y cultural. “Muy buena la experiencia. Muchísimas gracias también a ustedes por el espacio, porque cuando promocionamos el viaje nos ayudaron a difundirlo, y gracias a eso mucha gente pudo colaborar. Gracias a todos los que hicieron posible que viviéramos esta experiencia tan linda”, concluyó.


