El tiempo parece detenerse al visitar la zona conocida como El Sótano, ubicada a unos diez kilómetros al sur de Las Grutas. Este lugar es una excelente alternativa para quienes buscan algo diferente a las playas tradicionales de la villa balnearia.
Durante el trayecto, el paisaje se transforma constantemente: la vasta extensión que descubre la marea baja contrasta con las sorpresas que trae la pleamar, creando un escenario único.

Ideal para quienes buscan tranquilidad y un entorno agreste, llegar a El Sótano requiere, sin embargo, de un vehículo preparado para recorrer caminos de tierra que a menudo presentan tramos pedregosos.
A pesar del desafío, muchos visitantes disfrutan de un día completo en el lugar y se aventuran a explorar el Cañadón de las Ostras, donde las incrustaciones milenarias parecen transportarlos a un pasado remoto.

El paisaje está dominado por una sucesión de cavernas talladas por el mar en los acantilados, fruto de una paciente y minuciosa erosión a lo largo de los siglos. Estas formaciones no solo brindan un marco único, sino que son el escenario donde los pescadores locales capturan pulpos con una destreza fascinante.
Asimismo, los aficionados a la pesca encuentran en esta zona una tranquilidad inigualable, pasando largas horas disfrutando del entorno mientras obtienen la recompensa de su esfuerzo. Pero, por encima de todo, El Sótano es un refugio de paz y desconexión.


