Gerardo “Tata” Aguayo, reconocido pescador artesanal y buzo científico de la costa rionegrina, decidió dar un giro en su trayectoria laboral y apostar por un nuevo emprendimiento que conjuga pasión, conocimiento y mar.
Su proyecto, “Aguayo Patagonia Subacuática”, ya cuenta con matrícula oficial N° 91 otorgada por la Prefectura Naval Argentina y la Entidad Nacional de Buceo, que lo habilita a dictar cursos de buceo deportivo y recreativo en los niveles de 1, 2 y 3 estrellas, con tres especialidades: arqueológico, nocturno y fotográfico.
Aguayo explicó que la decisión de abrir su escuela nació de la crisis que golpea a la pesca marítima provincial. “El pescador artesanal trabaja con la naturaleza, y la naturaleza manda. El golfo San Matías está pasando un momento muy duro. Entonces me puse a pensar cómo reinventarme y seguir estando en el agua. O te reconvertís, o quedás en la estampita”, señaló.
Con una vasta experiencia como buzo científico y pescador, sumó a sus herramientas los equipos necesarios para brindar instrucción formal y actividades turísticas. El proyecto incluye salidas de buceo al Parque Submarino Las Grutas, recorridas por arrecifes cercanos a la costa, avistaje de fauna marina y, en el futuro, también de ballenas.
Durante los últimos años, Aguayo trabajó en proyectos provinciales de repoblamiento del Banco de Vieira, en capacitaciones para buzos marisqueros junto a la Universidad del Comahue y en estudios científicos sobre biodiversidad marina. Esa trayectoria fue clave para animarse a formalizar una escuela propia.
“Cuando trabajé con buzos de la SERCIPA y guardacostas de Buenos Aires me dijeron: ‘Vos tenés que tener tu entidad de buceo’. Así armé el plan curricular y logré la habilitación. Prefectura regula el buceo profesional en el país; no es PADI ni SSI, es un sistema nacional”, explicó.
El emprendimiento también contempla actividades de snorkel en zonas de baja profundidad y programas de buceo adaptado, iniciativa en la que participa su compañera Martina, terapista y socia clave del proyecto.
Para dar inicio a la actividad, Aguayo transformó su lancha, antes dedicada a la pesca artesanal, en una embarcación para transporte de pasajeros. “Tuve que dar de baja el servicio pesquero, contratar un ingeniero, rediseñar planos, colocar bancos, escaleras, balsas y todos los elementos de seguridad. Tiene capacidad para 12 personas y esta semana será inspeccionada por Prefectura”, contó.
Si bien la escuela ya está habilitada, resta la autorización del área de Medio Ambiente provincial para comenzar a navegar con turistas. “Con el buceo ya estoy adentro; falta el visto bueno ambiental para los avistajes de fauna, pero viene en buen camino”, detalló.
Más allá de la faceta turística, Aguayo ha llevado sus fotografías submarinas a muestras en Las Grutas y escuelas de la región, con el propósito de acercar el mar a la comunidad rionegrina.
“No se ama lo que no se conoce. Mostrar la biodiversidad del golfo es fundamental. Río Negro todavía no termina de asumir que su departamento más grande es el mar, con 21.000 km²”, reflexionó.
Con su libro fotográfico y charlas en jardines, colegios y universidades, el “Tata” busca sembrar conciencia ambiental y despertar vocaciones científicas.
Entre recuerdos de expediciones, proyectos de repoblamiento y hasta anécdotas sobre el aprovechamiento del cangrejo verde invasor, Aguayo sostiene que el Estado debería fomentar alternativas para el sector pesquero artesanal. Mientras tanto, apuesta todo a su escuela de buceo y a un mensaje que resume su filosofía: “Conocer para cuidar. El mar es mi cuerpo y quiero que todos lo vivan así”.
El lanzamiento oficial de “Aguayo Patagonia Subacuática” está previsto para las próximas semanas en Las Grutas, una vez que se completen los trámites ambientales y municipales pendientes.
