Son delincuentes que usurpan cuentas y desde allí montan una falsa venta de moneda extranjera, incluso por mensajes privados. Algunos, confiados de que hablan con un amigo o conocido, deciden comprar y transfieren pesos a una CBU que les indican. Los chats y el detalle del engaño
Una modalidad de estafa virtual que se repite en los últimos días obliga a desconfiar hasta de familiares y amigos si el mensaje llega a través de redes sociales. El modus operandi es similar a otros ya conocidos pero a esta vez, no solo le sucedió al intendente y a la legisladora a quienes le hackearon su cuenta de Instagram y ofrecieron por esa vía, a todos sus contactos, una venta ficticia de dólares a un tentador precio, inferior al del mercado, a cambio de pesos por transferencia o depósito.
En el caso de la parlamentaria ella se enteró de la maniobra cuando vecinos comenzaron a contactarla a su teléfono, por Whatsapp o llamadas, ya sea para comprarle los supuestos dólares o para advertirla ante la sospechosa oferta lanzada desde su perfil personal.
Cuando constató que su cuenta de Instagram había sido tomada por extraños, lo alertó por otras redes y su estado de Whatsapp. Pero ya era tarde para un joven que cayó en la trampa y transfirió dinero a una cuenta bancaria que les proporcionaron lo/as estafadores, escondidos detrás de la foto y el nombre de alguien que las víctimas creían de confianza.
Los delincuentes, al menos en este caso, ofrecían dos CBU diferentes, ambas de cuentas radicadas en el país y en bancos conocidos –uno de ellos virtual–. En este caso, si bien la legisladora hackeada realizó la denuncia policial correspondiente, las entidades financieras necesitan las de las personas estafadas para, a partir de allí, investigar y eventualmente bloquear dichas cuentas.
También se conocieron el caso de dos personas más de Las Grutas y una del Puerto del Este, que tuvieron sus cuentas infiltradas por hackers. Las denuncias se realizaron, solo queda saber si se llevan adelante este tipo de investigaciones.