El subsecretario de Vinculación y Transferencia Tecnológica del Centro Regional Zona Atlántica de la UNCo (CURZA), Gustavo Ferreyra, destacó que se está estudiando “si es posible, dentro de la provincia, de la cordillera al mar, conformar empresas de base tecnológica, en donde hay el componente de innovación tecnológica, que lo provee el sistema científico-tecnológico, el componente de los productores y el de la política pública”.
Informó a APP que con ese objetivo se realizó en la casa de altos estudios una jornada de difusión y vinculación: “¿Son factibles las empresas de base tecnológica en Río Negro?”.
Ferreyra explicó que “para nosotros es una constante tratar de realizar foros de discusión, simposios, congresos, sobre determinadas áreas que son identificadas de mucha importancia para la región”, mencionando en este marco las temáticas “energía, alimentos, planificación estratégica, territorios inteligentes, agua y cambio temático”.
Indicó que esto no es sólo importante para el investigador, para los técnicos y profesionales, sino para “el decisor político” en los distintos ámbitos, organismos no gubernamentales que se ocupan de estos temas y en general para la sociedad civil.
Dijo que la universidad quiere “tender puentes” para que se traten estos temas y que terminen “plasmados en proyectos”.
Mencionó en este marco que “ya hay proyectos de escala pequeña y otros de gran envergadura que están en marcha”, ejemplificando con el acordado entre la UNCo, la UNRN, el INTA, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y el IDEVI en la Unidad Integrada Agroalimentaria de la Norpatagonia, que apunta a la producción de alimentos “desde la etapa que va en el laboratorio hasta la producción de la economía real”.
Informó además que entre “el Centro de Investigaciones Marítimas Aplicadas que funciona en San Antonio Oeste, la Escuela de Ciencias Marinas de nuestra universidad, el gobierno provincial y el CONICET se apunta a lograr una innovación en el manejo de la pesquería y el aprovechamiento integral de los recursos marítimos”.
Sobre la importancia de estos proyectos, señaló que el pequeño y mediano productor “está esperando la asistencia técnica para mejorar su producción primaria, así como para incorporar valor a su cadena productiva”
Dijo a APP que esto implica, entre otras cosas, tecnología para estandarizar productos, como pueden ser los frutos secos, los vinos y la miel.
Reflexionó que “la sustentabilidad de los emprendimientos deben venir de la mano de la innovación, no puede venir de un precio internacional ni de solamente un buen manejo de los costos de la producción; en la época de la revolución del conocimiento, la innovación es la clave”.
Señaló que hay proyectos asociados para el Alto Valle, como puede ser en frutos finos, para la costa atlántica, con la economía del mar y subproductos de los desechos de la pesquería, y para la Zona Andina, en producción de cerveza y turismo, pero está como asignatura pendiente la Región Sur.
Dijo al respecto que “hay proyectos que tienen como objeto y sujeto a los pobladores de la Región Sur de los que ellos se tienen que apropiar, como los horizontes que se abren con la terminación del asfalto de la ruta 23, como en turismo, aprovechamiento del recurso paleontológico, gastronomía, etc., y esto hay que conducirlo”.
Dijo que hay que incluir un manejo intensivo de la ganadería y el desarrollo minero, y en todo esto se debe tener en cuenta una oferta académica en la región que permiota el arraigo, no la expulsión de la población.
“Es una asignatura que desde la universidad queremos cumplir”, concluyó. (APP)