El intendente municipal, Adrián Casadei, y el presidente de la Agencia de Protección Ambiental Bahía San Antonio, Oscar Echevarría, recibieron a representantes de la Universidad Nacional de Río Negro, entre ellos el Rector, Anselmo Torres, el Secretario General, Luis Vivas, y al director del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología, Alberto Caselli, que tienen por objetivo la presentación de un estudio sobre el crecimiento del nivel del mar en la zona.
Dicho estudio analizará ese impacto producto del cambio climático, tanto en San Antonio Oeste siendo una costa baja, como en Las Grutas teniendo como referencia los acantilados.
“Si este aumento del nivel del mar se da, posiblemente en la zona de Las Grutas haya mayores desprendimientos del acantilado. En caso de SAO, lo que hace es que el agua se introduzca con mayor volumen hacia adentro, cambiando la línea de costa”, explicó Alberto Caselli.
Los resultados permitirán al Municipio armar un ordenamiento territorial sabiendo cuales van a ser las zonas que, de aquí a 80 años, pueden estar afectadas con el ascenso del mar, realizando obras de mitigación y planificación para evitar inconvenientes.
“Esta asociación entre la Universidad y el Municipio, es necesaria para construir un estado más fuerte. Por eso el intendente plantea la búsqueda de organizaciones de calidad para responder a las demandas sociales”, destacó Oscar Echeverría.
Un estudio necesario
«A causa del cambio climático se concretaron estudios que plantean que hacia fines de siglo en distintas costas habrá un ascenso del nivel del mar», dijo el profesional.
Caselli dijo que se analizará lo que pasa sobre los acantilados de Las Grutas y también lo que sucede sobre la localidad de San Antonio que «está localizada sobre una bahía con costa baja», aclaró.
Explicó que son dos situaciones totalmente distintas y precisó que «en el caso de San Antonio se va conseguir un modelado digital de elevación a partir de utilizar un dron que realice fotometría para obtener detalles del terreno y, a partir de esa información, veremos el impacto del cambio del nivel del mar».
Añadió que «vamos a utilizar técnica de radar, para ver si de alguna manera se puede monitorear ese efecto».
«Vamos a modelar matemáticamente ese retroceso», apuntó y aclaró que el estudiante Gerardo Bario se encuentra realizando una tesis con el mismo trabajo en la costa marítima del balneario el Cóndor de Viedma hasta la zona de Bahía Creek.
«Él detectó que la ola marca con molduras el acantilado, a muy pocos centímetros de un nivel de arcilla, que es una trasgresión marina registrada dentro de la pared del acantilado», dijo Caselli.
Puntualizó que «si asciende el nivel del mar, es muy probable que el desgaste sea mucho mayor y que el retroceso del acantilado también sea mucho mayor a partir del efecto de cambio climático».
El mismo trabajo se realizará en Las Grutas con otras tecnologías. «Allí el estudio hay que hacerlo desde cero, analizar la parte más geotécnica del acantilado para ver cómo es la estabilidad y entender la dinámica costera», señaló.