La sobredemanda de este producto y el retraso en el ajuste de su precio real, durante cuatro años, hicieron que el aumento se sienta en los bolsillos.
Por año, cada argentino consume, en promedio, 265 huevos; actualmente el producto se utiliza 48% más. Por igual efecto, al que se suma el freno de las exportaciones, el precio del pollo registró una baja que llegó a los mostradores, pero luego se equiparó a los valores anteriores al COVID-19.
Que el precio de los huevos se fue por las nubes no es una noticia. Distintos factores, entre ellos, la sobredemanda y la imposibilidad de exportar productos de la industria avícola, juegan en favor de los aumentos y contra del bolsillo de los consumidores.
Si bien las expectativas de ese mercado eran más que alentadoras para este año, la llegada del COVID-19 golpeó a ese futuro promisorio y lo depositó en la fluctuación de precios, al momento de la comercialización interna. En el caso puntual de los huevos, se registran aumentos de hasta el 50% en los costos mayoristas.
Al momento de analizar el por qué de la escalada, es necesario considerar la sobredemanda de este producto durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Desde el sector avícola explican que el precio del huevo tenía, desde mucho antes de la cuarentena, valores que no eran rentables. En este sentido, aseguran que estaba en los mostradores y góndolas por debajo de su precio real. Esta situación se venía dando desde hace unos cuatro años.
Teniendo en cuenta que la demanda supera a la producción -se estima que, por estos días, se consume entre un 48% y un 50% más- existen faltantes en algunos puntos del territorio nacional y se dispararon los precios.
La cuarentena impulsó a muchos a producir más alimentos, de manera casera, varios de estos con la utilización de huevos. Los valores del producto varían según el tamaño; sin embargo, el precio promedio es de 325 pesos (el maple se vende hasta 380 en algunos lugares o a 280 en pollerías), mientras que la docena se comercializa a 150 pesos.
El precio del pollo
En otro orden de cosas, la sobredemanda de carne de pollo desde el mercado interno llevó, al inicio de la pandemia, a la caída del precio de ese producto.
El precio del cajón de pollo, que equivale a diez pollos (de dos kilos cada uno) o a veinte 20 kilogramos, cotizaba antes del inicio de la cuarentena a 1.800 pesos. Especialistas del sector señalan que de esa manera se daba el margen para cubrir los costos de producción en todos los eslabones que integran la cadena de comercialización.
En la actualidad el precio del cajón de pollo cayó a los 1.400 pesos. Ante este cuadro de situación los productores mantuvieron reuniones en Buenos Aires para acordar el precio en un piso de 1.500 pesos, por cajón.
Al mismo tiempo los niveles de consumo mermaron con el paso de los días -desde el inicio de la cuarentena- debido a que también cayó el poder adquisitivo de las familias, ante la falta de ingresos.
Pese a ser una de las carnes más económicas y de mayor consumo en Argentina, la merma en la demanda -por estos días- es más que importante y eso se siente detrás de los mostradores.
En tanto los productos elaborados, tales como las milanesas de pollo, no sufrieron variaciones al momento de su venta, teniendo en cuenta que ante la ecuación del precio de la carne de pollo (en baja) y la de los huevos -elemento esencial para este elaborado- en alta, los precios se han mantenido. (El Cordillerano)
QUÉ TE GENERA ESTA NOTICIA
