Por la Profesora. Manquel Laura. Catedra de Filosofía – IFDC SAO. “Cada año, el pueblo mapuche celebra el We Tripantu, una celebración ancestral que, entre el 21 y el 24 de junio, marca un nuevo comienzo, un cambio de ciclo impulsado por la energía constantemente renovadora de la naturaleza”
Hasta el 11 de octubre de 1492, el territorio que hoy conocemos como América, era denominado Abya Yala, “tierra en plena madurez” en la lengua del pueblo Kuna de Panamá -actualmente Colombia-. En aquel entonces todo este vasto territorio estaba habitado por diversos pueblos quienes hacían uso responsable y afectivo de la tierra como madre proveedora y ser vivo, respetando sus ciclos cósmicos. Esta forma de vida, de conexión con la naturaleza y de reciprocidad fue sostenida por los Pueblos Originarios por milenios. Inclusive hoy, luego de más de 500 años de avance y conquista de los territorios y culturas, los Pueblos Originarios resisten manteniendo el equilibrio y la armonía mediante las relaciones recíprocas, procesos dinámicos de interrelación, entre lo espiritual y lo físico.
Existió, históricamente, toda una serie de saberes, desde el conocimiento de los cultivos, la pesca, la caza, el uso de lawen[2] para sanar el cuerpo ,hasta la interpretación de los ciclos de la naturaleza. Saberes que se relacionan con el territorio y la territorialidad.
La llegada de los europeos al territorio de Abya Yala, diríamos; el primer momento de Conquista y colonización y más tarde, el proceso de organización de los Estados Nacionales, significó para los pueblos originarios, la ruptura abrupta y violenta de su organización familiar; la tierra cultivable colectiva y comunitaria en la cual las familias establecían lazos de reciprocidad pasaron a ser privadas e individuales, sus cosmovisiones demonizadas y prohibidas. A pesar de este proceso violento en las estructuras de organización comunitaria, hacia adentro, las prácticas de espiritualidad se mantuvieron como evidencia de resistencia a la colonización Impuesta. Hoy son visibles en las celebraciones del Solsticio de invierno. Por ejemplo, en la zona del Puel Mapu3, el We tripantu, Wiñon antu, We tripantu o wüñoy Tripantu, denominaciones diversas según el territorio, significa «salida de sol» y en la Zona del actual Noroeste Argertino-Adina, El Inti Raymi (quechua) «la fiesta del sol». Ambas celebraciones se realizan en el mes de junio, es decir, cuando empieza el solsticio de invierno y el sol se encuentra a mayor distancia de la tierra.
En el territorio ancestral de Wall Mapu [3] que se divide en dos grandes espacios políticos, territoriales y espirituales; Gulu Mapu Tierras del Oeste (hoy Chile) y Puel Mapu ( Tierras del este) que pertenecen al actual territorio de Argentina, se celebra el Wiñoy Tripantu. El concepto de «tripantu», que es erróneamente traducido como año, es en realidad una salida de sol, implica desde la perspectiva del mapuzugun un ciclo, que -a diferencia de la cultura occidental- no es progresivo indefinidamente hacia el futuro, sino que es un retorno y un recomenzar de las energías que rigen en toda la naturaleza. Este elemento nuevo, es en realidad una renovación.
El wiñoy tripantu es una celebración que debe ser entendida en toda su dimensionalidad espiritual, política, educativa, cultural, territorial, astronómica, social y comunitaria para el pueblo Mapuche. La noche anterior al wiñoy tripantu, las familias se reúnen alrededor del fuego sagrado que permanecerá encendido toda la noche esperando el renacer del sol. Durante la vigilia, las conversaciones abarcarán variados temas desde las memorias del pueblo, interpretaciones del cosmos hasta política indígena que revelan la situación de los territorios. Los pichikeche (niño/as) escucharán los relatos históricos y aprenderán sobre la cultura a través de cuentos por parte de sus mayores. La celebración incluye comidas, infusiones de lawen, cantos, juegos y danza ancestral como el choique purrun[4].
Teniendo en cuenta el territorio, el baño de renovación se hará en alguna fuente de agua (ríos, lagunas, arroyos, mar). Toda la noche la comunidad tendrá una misma espiritualidad armoniosa para esperar el nacimiento o renovación del Sol. A su salida, las ofrendas a la mapu (tierra) se hará con los alimentos, semillas o lawen que cada persona lleve. La manera en que el sol se asome anunciará como será ese nuevo ciclo, acción que es interpretada por los mayores y evidencia el conocimiento astronómico construido de la experiencia a través de la constante observación del wenumapu (cielo).
La celebración del Wiñoy Tripantu es un acto de resistencia y de reivindicación político identitaria en todo el territorio de Puel Mapu y un acto contrahegemónico al sistema Capitalista Neoliberal. Entendiéndolo de esta manera, pueden interpretarse los hechos sucedidos recientemente desde el poder Político Nacional de intentar prohibir su difusión.
Iael Gueler, flamante Directora de Comunicaciones y Relaciones Institucionales de la Administración de Parques Nacionales, a través de un mensaje que envió a todos los responsables de las áreas de comunicación, prohibía difusión sobre las celebraciones del Wiñoy Xipantv “ las capturas de pantallas que circularon decían;
“Teniendo en cuenta que del 21 al 24 de junio es el año nuevo mapuche, se decidió institucionalmente instruir a los equipos de comunicación de cada parque que no se realice ninguna comunicación al respecto. Esto incluye tanto prensa como eventos y redes sociales”[5] ordenaba uno de los mensajes de Gueler, mensaje que se suman a las seguidillas de dichos y acciones de funcionarios políticos que responden al actual gobierno de Javier Milei, que dejan en evidencia la reemergencia de actitudes racistas y discriminatorias hacia los pueblos originarios.
Son tiempos difíciles de lucha y de resistencia para el pueblo Mapuche. Un pueblo que milenariamente ha sabido defender la Vida de la tierra y todo lo que en ella coexiste. En este ciclo de renovación pedimos el fortalecimiento del Nehuen[6] en cada uno de los pu wechekeche (jóvenes) pu pichikeche (niño/as) pu Fütakeche (mayores) y que la Celebración del Wiñoy Tripantu que ha trascendido de generación en generación, se celebre con alegría.
Marichiweu Marichiweu!!
Referencias
- Manquel Laura es Profesora de Historia- Graduada en la Universidad Nacional del Comahue. Profesora de Filosofia – Integrante de los Equipos Institucionales de Filosofia y de Interculturalidad Kurrü Lafken Mew-en el IFDC-SAO. Integrante del Tejido de Profesionales Indígenas en Argentina.
- [2] Lawen refiere a la forma de medicina ancestral mapuche
- [3] Marimán expresa: “Esto nunca fue chileno ni argentino. A esto le llamamos Wallmapu, el País Mapuche” (2006: 53)
- [4] Choique purrun danza del choique
- [5] https://www.laizquierdadiario.com/Parques-Nacionales-prohibe-al-personal-hacer-referencia-a-las-festividades-Winoy-Xipantv-del-pueblo?amp=1
- [6] Nehuen fuerza vital.