En esta nota quiero expresar la vulnerabilidad que observo en el Ejido de San Antonio Oeste respecto al cumplimiento y la «protección» que se brinda a sus ciudadanos y al medio en el que habitamos, debido al incumplimiento premeditado de las reglamentaciones, tales como las Ordenanzas Municipales.
Como es de público conocimiento, nuestra comunidad trabajó desde el año 2017 en la creación de una ordenanza que protegiera la paz y la salud de las personas con síndrome TEA, los ancianos, los enfermos con diversas patologías, los niños prematuros y la diversidad de animales, tanto domésticos como silvestres y marinos. En su momento, presentamos fundamentos sólidos, incluyendo informes médicos sobre las atenciones hospitalarias a personas heridas por el uso de pirotecnia. También se sumaron las preocupaciones expresadas por la Policía y los Bomberos debido a los riesgos asociados al uso de estos artefactos.
Con tanto argumento a favor, logramos la votación unánime del proyecto de ordenanza que prohibió el uso y la comercialización de pirotecnia en todo el Ejido Municipal.
Al año siguiente, se reformó el artículo 3 de la Ordenanza 2470, en el cual se dispuso que tampoco la Municipalidad podría utilizar estos fuegos, permitiéndose únicamente «espectáculos lumínicos y/o láser». Durante varios años, esta reglamentación se cumplió. Sin embargo, un grupo de personas, evidentemente carentes de empatía por las problemáticas que afectan a personas, animales y el medio ambiente, comenzó a proponer la reintroducción de espectáculos piro-musicales, argumentando que esto atraerá más turistas a Las Grutas.
Hasta aquí, todo podría considerarse como parte del debate normal entre ciudadanos con perspectivas diferentes. Sin embargo, quiero detenerme en lo que ocurrió el 8 de diciembre, un hecho que dejó atónitos a quienes aún creemos que las reglamentaciones están para cumplirse. Ese día, de manera totalmente arbitraria, se llevó a cabo un espectáculo denominado «piro-musical», en el que se utilizó pirotecnia convencional acompañada de música a alto volumen, con el supuesto propósito de disminuir el impacto del ruido de los estallidos. Esto no se logró, ya que en los videos que circularon se pueden escuchar claramente los estruendos, a pesar del volumen elevado de la música. Cabe destacar que este tipo de espectáculo no tiene relación alguna con los espectáculos lumínicos y/o láser permitidos por la normativa.
Quiero mencionar que, en el marco del espacio ciudadano de la Banca Abierta en una sesión del Concejo Deliberante, y en reuniones previas con los concejales, percibí que todos, salvo el concejal Matías Rodríguez, se expresaron en defensa de la ordenanza. Incluso, posteriormente, se incrementó el valor de la multa correspondiente a su infracción.
Ante los argumentos presentados y las advertencias sobre el posible incumplimiento, junto con algunos concejales solicitamos la suspensión del evento para respetar la reglamentación vigente. Sin embargo, este pedido fue completamente ignorado, lo que me dejó profundamente desconcertada.
Sabiendo que la Defensoría del Pueblo Municipal envió notas a la Subsecretaría de Comercio, a los Juzgados de Faltas N° 1 y 2, a la Agencia de Turismo, Cultura y Deporte, y que también entregué una nota a la Delegada Municipal de Las Grutas advirtiendo sobre la posible infracción, me surgen varias preguntas dirigidas al Intendente Casadei:
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¿Por qué no hizo cumplir la reglamentación?
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¿Qué valor le da a las ordenanzas municipales?
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¿Qué respeto tiene por el Cuerpo Legislativo?
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¿Qué vínculos tiene con estos empresarios y cuál es el poder de decisión que les otorga en cuestiones municipales?
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¿Por qué no intervino ni se pronunció ante este atropello a una ordenanza municipal?
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¿Con qué principio de «igualdad» espera que todos los ciudadanos cumplamos las normas cuando él permite que se violen de manera flagrante?
Espero que el Intendente pueda responder estas preguntas para brindar un mínimo de tranquilidad a quienes vivimos dentro de este Ejido Municipal. Siempre he creído que las ordenanzas están para cumplirse.
Gabriela Latorre DNI 92.719.831 Las Grutas
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