Durante el fin de semana extra largo, la afluencia de público, según datos oficiales, fue muy importante “la verdad que trabajé muy bien, la gente se acercó a comprar, al restaurante, yo estoy en un lugar particular, pero lo bueno de esto es que el fin de semana fue muy bueno” mencionó Adrián Marzo, permisionario de La Rinconada.
“Lo que más me preocupa es que fue solo el trabajo del fin de semana y luego se cayó, probablemente trabajaremos así, de todos modos, al final del mismo estuvo muy bien y la gente siempre consumió, incluso hubo mercadería que nos faltó, no previmos por ahí la cantidad de turismo que ingresó” comentó el comerciante.
Por su parte, el chef Lalo Marchesi Castillo, quien tiene en plena peatonal un bar-restaurante, entre la primera y la segunda bajada comentó “el balance es muy positivo, un vuelco de motivación, muy importante para nosotros, después de tanto tiempo y dudas antes del fin de semana, trabajando con los protocolos y el 50% del espacio del año pasado, fue muy bueno”.
“Debimos rechazar familias que eran más de seis personas y cuando estaba completo el local, pedirle que esperando una mesa no se aglomeren, eso es lo que no nos gusta, pero lo aceptamos por los tiempos que corren, pero el turista consumió, no especuló con los precios” explicó también que, tras el martes, se despobló y coincidió que será un turismo de fin de semana “fue muy motivante” concluyó.
“¿Quién dijo que no hubo consumo?, nada que ver, el local que trabajo, estuvo completo el fin de semana largo, hemos vendido, hasta nos quedamos sin mercaderías el domingo por la madrugada, el lunes andábamos buscando reponer porque desde la tarde que abríamos debíamos tener lo suficiente” explicó Pablo Pérez, quien es responsable de un Take Away de la peatonal entre la segunda y la tercera bajada “están los que pagan con tarjeta, los que pagan en efectivo y hasta los que usan mercado pago” sostuvo.
Los hermanos Hernández, que atienden un quiosco en la segunda bajada, ambos coincidieron que muchas familias se pudieron ver el fin de semana “eso permite que vendas bien, porque los chicos siempre piden cosas, pero también pasaban antes de bajar a la playa o al subir de la misma, la verdad que se pudo vender mucho” relataron.