Editorial: el invierno tan temido





Una de las principales preocupaciones actuales en la matriz productiva en San Antonio Oeste es la problemática de la pesca. Hoy el golfo no entrega gran cantidad de pescados y la cadena productiva se resiente.

Hay un problema en ciernes, la recuperación de la pesquería puede perdurar al menos un lustro. Esto es la consecuencia de años de desatino en políticas pesqueras, sin control fehaciente, con decisiones erradas (en su mayoría a propósito), un claro protagonista que se fue después de 30 años dejando atrás uno de los peores escenarios, amparado por los gobiernos de turno.

Si debe haber una conversión de paradigmas, lo deben hacer todos, esencialmente hay un norte que empezó a marcar la nueva gestión en la subsecretaría de pesca, pero a la titular le deben dar más poder de decisión, aún hay actores insertos dentro del ministerio que, enquistados, no dejan prosperar la posibilidad de brindar una regeneración. También el reaprendizaje va a costar.

Una muy mala temporada desnuda la fragilidad de una de las economías fundamentales para la costa atlántica, de la cual dependen decenas de familias. Muchas quedarán si una base para el invierno que en este aspecto, termina siempre siendo temido.

No hay alternativas para varios sectores con la falta de producto, por ejemplo, las plantas industriales pueden procesar si se trae pescado de otros lugares, pero la escasa navegación no brinda trabajo a la marinería, motoristas, estibadores, transportistas, entre otros.

Los candidatos a legisladores deben tener en cuenta esta situación, es uno de los cuestionamientos que va a interpelar la comunidad a la hora de escuchar las propuestas.

Si bien todos los postulantes brindan escuetamente posibles medidas, ninguno ahonda en la cuestión de fondo, no solo es un cambio o reformulación en la ley, sino también en actuar con políticas de sustentabilidad a futuro.

Justamente Alberto Weretilneck el día jueves habló de esto en el escenario proselitista, de darle forma a la producción pesquera con cadena de valor, pero eso implica decisiones fuertes, intervención del estado e inversión privada y sobre todo, que no quede en un mero discurso de campaña, sino que realmente alguna vez por todas se accione.

El contexto electoral puso de manifiesto esta semana también el color de las boletas, habíamos predicho que el “arco iris” que se iba a encontrar el elector lo observará el 16 de abril en el cuarto oscuro.

Aquí en el ejido sanantoniense observaremos la papeleta verde completa de JSRN (con la foto de Weretilneck); una verde-azul-verde-azul de adhesión en Nos Une RN (encima Weretilneck y abajo con la imagen de Perón y Kirchner); la Verde y Roja de la colectora de la UCR (con Weretilneck arriba y la imagen de Alfonsín abajo), estas son las del oficialismo y sus concordantes.

Veremos más rojos, mucho amarillo, naranjas, violetas, rosados, más azules y verdes, todas y cada una con sus candidatos, pretendientes que pugnarán por un lugar y deberán rogar que no haya baja adhesión de electores, como viene ocurriendo en otras votaciones anticipadas.

Poco más de 22 mil pobladores locales están habilitados, si un 70% votase, serían unos 16 mil los que asistirían a las urnas. Relativa cantidad para ocho candidatos, distribuidos en diez boletas.

Eso sí, colorido no va a faltar.

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