En el tradicional parador de sombrillas y reposeras “Hilda y Tito”, ubicado sobre la costa grutense, Tito Mazza—ex jefe del cuerpo de guardavidas y referente histórico de la vida en la playa—recibió a este medio para compartir su mirada sobre la actividad turística, su vínculo con el mar y los desafíos que enfrenta cada temporada.
“Soy un enamorado del lugar”, afirma apenas comienza la charla. Mazza, quien dedicó más de cuatro décadas a la playa, recuerda con emoción su paso por el cuerpo de guardavidas: “He conocido muchísima gente. Realmente me cambió la vida haber sido guardavida, haber tenido trato con tanta gente de muchos lados, hasta extranjeros. Es muy lindo siempre”.
Al repasar los vaivenes turísticos, Mazza evita comparaciones políticas, aunque reconoce que las condiciones económicas del país siempre impactaron en la llegada de visitantes. “Hubo en algún momento planes para jubilados… los años 2002, 2003, 2004 fueron épocas en las que no se podía acceder al dólar y la gente optó por hacer turismo en Argentina. Muy lindo”, recuerda.
También menciona que hacia 2013, 2014 y 2015 hubo “un repunte” en la actividad. Pero más allá de los cambios, sostiene que Las Grutas conserva un público fiel: “La gente del Valle ama este lugar. Aunque parezca mentira, aunque sean de Neuquén o Río Negro, aman tanto esto que es como estar en su casa”.
El 6 y 7 de diciembre se realizará la inauguración oficial de la temporada estival. Mazza remarca que, históricamente, esos eventos han convocado a gran cantidad de turistas, pero el factor climático sigue siendo determinante. “Ha habido inauguraciones con muchísima gente que coincidieron con buen clima. Acá en la playa te da la sensación de que vino todo el mundo. Pero también nos han tocado temporadas en las que el clima ha estado feo, y aun así hay alegría: la gente pasea, consume mariscos en los carritos. Eso es lo importante del turismo, que da trabajo a muchísima gente”.
Mazza también aprovechó la entrevista para dejar un mensaje destinado especialmente a los más jóvenes. “Les doy un consejo: tengan cuidado con el alcohol. Hay muchos accidentes no por exceso, sino por haber tomado una copita nada más. Lamentablemente este turismo que vino dejó un par de accidentes, y dos acá en la localidad. Hay que conducir con prudencia, respetar las velocidades. Hay autos para andar a 180 o 190, pero perjudican a los demás. Tengan conciencia”.
En plena temporada, su emprendimiento continúa ofreciendo el alquiler de sillas y reposeras, manteniendo los valores del año pasado. “Nos duele tener que levantar los precios en algunas cosas, pero nos acomodamos con la gente”, señala.
También expresó su preocupación por la presencia de animales sueltos en la playa y la falta de recursos para zoonosis. “Es un tema que lamento mucho. Que zoonosis no tenga presupuesto, que haya gente privada que tenga que colaborar en la limpieza. Ayer lo hice. Quedó mucha basura y hoy bajó más con el viento del noroeste. Uno colabora y colabora, pero hay que poner un poquito más de todos”.
Con la convicción de quien dedicó su vida al cuidado del balneario, Mazza cierra con un deseo: “Espero que tengamos una excelente temporada y que no haya que lamentarse de nada. Yo 40 años los puse. He ayudado a discapacitados y a muchísima gente, como guardavida y como ciudadano. Estar en la playa ya nos hace felices”.
Las Grutas se prepara para un nuevo verano, con su habitual mezcla de expectativas, desafíos y el trabajo incansable de quienes, como Tito, hacen del mar un modo de vida.
