NOTA DE OPINIÓN. En mis años de habitante y comerciante de Las Grutas he vivido distintos gobiernos municipales y he pasado mejores y peores temporadas, pero las últimas dos años han sido, sin duda, fiel reflejo de un destino turístico que, cómo un barco a la deriva, encuentra su rumbo sin dirección ni destino. Un lugar que ha cambiado y sigue en este proceso sin una identidad que guíe sus pasos. Más de 10 años de crecimiento desordenado nos traen hasta aquí. Me entristece ver el estado de descuido, de suciedad, de deterioro general. La falta de planificación en todos los aspectos que hacen al desarrollo de una comunidad. Es esta la realidad que queremos quienes amamos esta villa balnearia? Me pregunto cómo llegamos a esto. Todos somos responsables, los políticos por incumplimiento de sus funciones, los ciudadanos por dejar que esto suceda y no apoyar a los muchos que a lo largo de los años, que intentaron encontrar alternativas, que generaron propuestas, que alzaron su voz o en forma silenciosa hicieron mucho o poco por este pueblo y su entorno.
Vivimos en un lugar que es una bendición. Aguas cálidas, mar azul y transparente, naturaleza agreste, la restinga, las grutas y los acantilados, fauna marina todo el año, avistaje de ballenas, aves migratorias, delfines, pinguinos y lobos marinos, alrededores dignos de visitar, El Fuerte Argentino, La Salina del Gualicho, La Meseta de Somoncura, el Puerto del Este, el camino de la costa. Un privilegio tener todas estas maravillas de la naturaleza juntas. Y estamos echando todo a perder. Somos un destino turístico único y no lo estamos aprovechando, al contrario, estamos dejando que la ola nos revuelque según como venga cada temporada. Y así, valga el paralelismo, no reaccionaremos hasta que la marea se coma el acantilado y con él la costanera y luego… hasta donde vamos a dejar que llegue? Hace 12 años que hice pie en este sitio y, ni a Casadei, ni a Iud, ni a Ojeda, se le ha dado por pensar en el futuro. Vivimos tapando baches. Parche sobre parche. Políticos que hacen carrera a costa de la gente que representan. Llega la temporada, pintamos los cordones de la vereda y a facturar. No es así muchachos. Este año, ni siquiera la pintura. Necesitamos dirección, un rumbo, un horizonte. Una identidad. En algún momento esta villa balnearia adoptó el estilo mediterráneo como estética, como imagen. Luego quedó en el olvido. Y eso solo por mencionar algo. Teníamos aeropuerto. Pensamos en desarrollo y dejamos que los yuyos se coman la pista de aterrizaje? Las Coloradas, tierra de nadie. Las tierras de los Tarruella, un descontrol de casas. Hicimos un plan rector para guardarlo en un cajón. Y podríamos seguir un rato haciendo memoria…
Ya está. Suficiente. Las Grutas merece otro porvenir. Tenemos una responsabilidad: cuidar lo que nos ha sido dado o lo que hemos elegido como lugar para vivir, protegerlo, conservarlo. Tenemos un gran desafío: ordenar el crecimiento de este balneario. Planificarlo, pensarlo, sentir lo que necesitamos. Qué desarrolló buscamos, cómo queremos Las Grutas dentro de 15 años, dentro de 10, pensar lo urbanístico, dar vida propia a la actividad cultural, integrar lo social al desarrollo, cuidar el medio ambiente, articular la economía local para que nuestro pueblo prospere.
Es momento de leer la historia y tener visión de futuro. Debemos refundar Las Grutas. Tomemos la inminente municipalización de nuestro pueblo, como una oportunidad en la historia. No dejemos que la política corrupta ni la mezquindad de quien solo quiere llevar agua para su molino, nos marchiten el sueño de actuar con la grandeza que la instancia amerita. Auto convoquémonos a discutir estos temas. Formemos consenso. Participemos a las organizaciones de la sociedad civil, a la gente de la cultura y el deporte, a los artesanos, a los comerciantes, a los profesionales, a las instituciones públicas y privadas, a los pueblos originarios. Definamos agendas de trabajo. Debemos plantearnos qué dirección queremos darle a nuestro destino turístico, qué desarrollo queremos, revitalizar las actividades culturales, planifiquemos qué acciones es necesario tomar para cumplir con nuestras metas, qué productos turísticos queremos ofrecer el visitante. Debemos pensar el año, pensar la temporada, ordenar las playas, mejorar servicios e infraestructura. Como municipio debemos dejar a un lado la actitud meramente recaudatoria y buscar un desarrollo inclusivo y planificado.
Siempre es más temprano que tarde. Actuemos con grandeza. Por Las Grutas y por nuestros hijos y por nosotros.
Ariel Serman – DNI 25.128.882
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