Un playero rojizo quedó enredado en una línea de pesca, pero Fabián Pinasco pudo quitarle y liberar la hermosa ave.
Por su parte, Amira liberó a un ostrero pardo enredado en una tanza y no han sido los únicos casos. Ambos hechos ocurrieron en distintos sectores del área natural protegida Bahía San Antonio, en la costa marítima rionegrina.
“Debemos seguir tomando conciencia y cuando volvamos a pescar y a la playa llevarnos una bolsita para traernos la basura a nuestras propias casas. Nuestro granito de arena aporta un montón, por una naturaleza más limpia y sin disturbios a la fauna silvestre Si es mejor para ellos, es mejor para nosotros!”, destacaron miembros del área natural protegida Bahía San Antonio.
Explicaron que “esta cuarentena seguramente ayuda a la fauna silvestre de nuestras áreas protegidas a no sufrir disturbios humanos, sin embargo nuestras conductas pueden generar peligros para muchas especies a lo largo de mucho tiempo. Un gran problema son las líneas de pesca y basura que dejan los pescadores.
Fotos: Fabián Pinasco y Amira Mandado