El delegado municipal en Las Grutas, Damián Lavigne, se pronunció con preocupación sobre la problemática de la basura en el predio recientemente limpiado, ubicado al ingreso de la escombrera.
Lavigne señaló que se han ejecutado diversas multas tanto el año pasado como este año, pero enfatizó que el problema trasciende el ámbito legal y se adentra en una cuestión cultural y de conciencia comunitaria.
«Lo primero que debemos entender es que arrojar basura es una cuestión casi cultural. No es sólo responsabilidad del delegado municipal o del intendente, sino de toda la comunidad. Al final del día, somos nosotros, los vecinos, quienes estamos dañando nuestro propio entorno, tanto ambiental como turísticamente», expresó Lavigne en Signos FM.
El delegado comentó que se han considerado varias alternativas para controlar la situación, incluyendo la instalación de una cabina de acceso con un cierre parcial en horarios específicos y la presencia de inspectores recorriendo la zona en motocicletas. Sin embargo, reconoció que implementar estas medidas requiere de una logística compleja.
«Podemos poner una persona a inspeccionar, pero la gente podría esperar a que no esté para arrojar basura. Si cerramos la entrada en ciertos horarios, algunos simplemente dejarán la basura en la entrada. Ya ha sucedido antes», explicó.
Lavigne subrayó que, aunque el Estado municipal tiene la responsabilidad de marcar las pautas y realizar el control, la gestión de los residuos es una responsabilidad individual. «El Estado es responsable de retirar los residuos, pero no de gestionarlos. Esa es una gestión personal que todos debemos asumir», dijo.
Finalmente, el delegado instó a la comunidad a tomar conciencia de la importancia de gestionar adecuadamente sus residuos. «La mayoría de los vecinos hacen las cosas bien. Cuando limpiamos nuestros patios, buscamos la manera adecuada de deshacernos de los residuos. Es una cuestión de cultura y conciencia», concluyó.
La situación en Las Grutas refleja un desafío común en muchas comunidades: la necesidad de fomentar una cultura de responsabilidad y respeto hacia el entorno. Lavigne espera que, a través de la concienciación y la implementación de medidas adecuadas, se pueda encontrar una solución efectiva y sostenible a este problema recurrente.
