Después de la tragedia se verá si alguna autoridad se anima a reconocer que para las autoridades del Ministerio de Transporte, de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, para el Consejo Federal Pesquero, el Ministerio de Trabajo, y la Prefectura Naval que habilita la salida de los buques, lo único que importa es la rentabilidad de la pesca comercial, y que para ello se pesque la especie de mayor valor. No importa ni el recurso, ni los seres humanos involucrados, tan solo importa el dinero. En tierra a esa enfermedad humana se la conoció como «la fiebre del oro», en el mar «la fiebre del oro rojo» por el milagro del langostino, y entonces cualquier barco es autorizado a zarpar con «reparaciones pendientes» y/o modificaciones imprecisas.
Los empresarios por su parte, y gracias a que en 2010 se privatizó el mar mediante las CITC, abandonaron las especies de pesca fresca, las especies que dan trabajo en las plantas de procesamiento en tierra a miles de personas y nadie les dijo nada, y por el contrario algunos dirigentes gremiales de trabajadores en tierra los aplaudieron y piden subsidios. Cualquier empresario que cambie su explotación y provoque falta de trabajo es sancionado en tierra, en el mar todo está permitido si da ganancia, incluso tirar lo pescado porque vale poco.
El componente de Negligencia, Desidia y Corrupción Política, tiene como detonante olas de seis a ocho metros de altura.
La ventaja para este cóctel es que «no hay cámaras, no hay fotos, lo que hace breve la difusión pública», hay solo corrupción y complicidades que ahogan la angustia y el dolor de la comunidad.
La «fiebre del langostino», un milagro natural todavía no bien explicado por el INIDEP, motivó que buques que no estaban ni están preparados para pescar langostino abandonaran su puerto de asiento y trabajo, y colocando artes de pesca y artilugios como los denominados tangones, fueran en busca del oro rojo. En ese contexto se hundió el B/P Repunte matando a diez pescadores.
Sheriff 1, Amapola, Angelito, Diego 1, Siempre Don Pablo, Don Víctor, Argentina, Don Roberto, María Alejandra, Santa Lucia, Fe en Pesca, Fénix, San Jorge I, y hoy el Repunte.
La fiebre del oro se los llevó. Las siguientes autoridades: Dietrich, Triaca, Gerpe, Wöhler, Scarzello de la PNA, deberán explicar al país junto con los empresarios esta nueva y vieja tragedia.
Jorge Frías – Secretario General AACPyPP