La Cámara de la Construcción advirtió el difícil contexto que vive la obra pública. Aseguran que la ruta 22 es un ejemplo de los años que lleva hacer una obra cuando los problemas son permanentes.
La situación de la obra pública atraviesa una fuerte crisis que se agrava día a día. La inflación y las demoras en los pagos de las certificaciones, que van de 75 a 285 días, complican a las empresas adjudicadas.
El presidente la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, destacó que el gobierno nacional y algunos gobiernos provinciales han impulsado un plan de obras públicas muy importantes, pero que hay muchos contratos en ejecución con retrasos en los pagos.
Según explicó Weiss, en este tipo de contratos se utiliza una fórmula polinómica con índices de Indec, buscando poder mantener constante el valor de la obra a lo largo del tiempo. En diálogo con CNN Radio Roca, Weiss, destacó que esa la única forma de poder ejecutar este tipo de proyectos en economías muy inflacionarias. Sin embargo, lo grave es que «esa fórmula con niveles de inflación como los que tenemos ahora, que rondan el 100% y en el caso de algunos insumos por encima, hacen muy complicado continuar los contratos porque van perdiendo valor económico mes a mes. La fórmula no representa la realidad, sumado a que por temas de trámites y aprobación, se aprueba varios meses después de ejecutada la obra».
El titular de la Cámara de la Construcción, explicó que en la actualidad los pagos se abonan dos o tres meses después, entonces «hay desfasaje muy difícil de llevar adelante y eso complica muy seriamente nuestros contratos». Ese desajuste podría provocar la paralización de algunos proyectos, situación que impactaría duramente en los niveles de empleo. «Si las obras se paran, y esto empieza ser un problema mucho más generalizado, eso repercute en el empleo, en el patrimonio de las empresas, en las fábricas de insumos, toda la cadena se reciente en la medida en que la situación continúe o se profundice», sostuvo Weiss.
En referencia al proceso que significa volver a retomar una obra una vez paralizada, aseguró que «una vez que una obra se para, en muchos casos tarda años en reiniciarse por los costos económicos y sociales que tienen, con lo cual el prejuicio es gigantesco. La ruta 22 es un ejemplo de los años que lleva hacer una obra cuando los problemas son permanentes en el tiempo» dijo.