El concejal de Compromiso Ciudadano, Alejandro Araño, ha compartido su perspectiva sobre el futuro tratamiento de la ordenanza de «Banco de Tierras» en el Concejo Deliberante de San Antonio Oeste. Según Araño, el expediente fue ingresado recientemente en el concejo, pero aún no ha sido tratado formalmente en la comisión correspondiente.
«En principio, te cuento que en el concejo entró como un expediente. Tuvimos reunión de comisión de tierras a las nueve de la mañana el martes, pensé que iba a entrar dentro de la comisión, pero no pasó. El ingreso de los expedientes en la comisión lo define la gente que preside la comisión, es la gente que está en el área de tierras, Óscar Echeverría. No ingresó como expediente dentro de esa comisión, con lo cual no pudimos avanzar», explicó Araño.
El concejal destacó que, aunque el expediente ha sido ingresado en el concejo, aún no se ha llevado a cabo una lectura o tratamiento detallado, ni se ha discutido su aplicación formal. «Sobre la lectura fría observada, uno puede presumir en base a la letra del expediente por dónde va la cosa. Eso hace que en la tarea que tengamos uno pueda consultar, hacer las revisiones necesarias como para, una vez tratado el expediente, pueda tener algún tipo de herramienta sobre el tema», agregó.
Araño hizo hincapié en la complejidad del tema de las tierras, especialmente en la zona desde el Cañón de la Paloma hacia el sur de Las Grutas a lo que apunta la ordenanza. Señaló que el avance privado sin el control público ha generado problemas históricos en la región, y que gobiernos anteriores no han logrado abordar eficazmente la situación.
El concejal también expresó su preocupación sobre los fondos fiduciarios propuestos en el proyecto, subrayando la necesidad de un diagnóstico integral debido al riesgo de que se conviertan en «cajas de la política». «Hay una serie de aspectos que me parece a mí que son de un análisis muy exhaustivo. Muchas veces se transforman en caja de la política, y es donde nosotros tenemos que ponerle el ojo», manifestó Araño.
A pesar de las preocupaciones, Araño se mostró dispuesto a analizar el proyecto y a colaborar en su mejora. «Le vamos a dar la lógica libertad de la exposición del proyecto al ejecutivo, las consultas que tengamos para hacer con un análisis minucioso que nos tome llegar a alguna conclusión antes de expedirnos», concluyó.