Hoy lunes a las 16:30hs, paso por el frente de la Escuela N° 184 de Las Grutas (escuela donde trabajo desde el año 2013 como Profesora de Plástica). La desilusión, la impotencia y la bronca me invadieron porque vi lo peor que uno puede ver como docente: los proyectos institucionales (de importancia local, nacional e internacional) que quedaron plasmados en las paredes de nuestra institución, fueron tapados de pintura blanca; desconsiderando, desvalorizando y pisoteando los trabajos que durante los últimos años hemos desarrollado con los alumnos y alumnas de los distintos grados.
Me pregunto: ¿Quién dará respuestas a todxs los niños/as que por años han creído que sus palabras, sus ideas convertidas en imagen y color, pueden ser valoradas por su comunidad, por sus pares, por sus familias? ¿ A dónde van los valores del trabajo en grupo, el compañerismo, el compromiso de las familias que con poco o con mucho, juntaron el material, se acercaron a la escuela a acompañar a sus hijos y amiguitos? ¿A dónde van a parar las enseñanzas de creer en que nuestras acciones valen, de confiar en sí mismos, de que todos podemos hacer cosas valiosas y hermosas cuando las hacemos con amor? ¿Dónde y a través de qué acciones se vivencian los contenidos que pide el Ministerio de Educación? ¿Por qué no somos capaces de hace cuerpo los discursos de Inclusión, Igualdad, ESI, contención social? ¿Qué importancia se le aporta a lo vivido por cada uno de los actores que habitamos los espacios institucionales?
CUANDO SE DESCONOCE LA IDENTIDAD DE UNA INSTITUCIÓN, CUANDO NO SE VALORA EL TRABAJO COLECTIVO, CUANDO SE IGNORA LAS IMPLICANCIAS DE LO CULTURAL EN LA VIDA DE LAS COMUNIDADES, CUANDO SE PISOTEA EL TRABAJO DE AÑOS Y SE VIOLENTAN LAS PRODUCCIONES DE LOS NIÑOS Y NIÑAS, NINGÚN DISCURSO PODRÁ REPARAR EL DAÑO.
En estos momentos una se pregunta tantas cosas… ¿De qué sirven el docente, sus enseñanzas, su dedicación, su amor, la pasión con que trabajamos por creer que la educación puede cambiar el mundo? Pienso en estos funcionarios y funcionarias, que deciden por todos, mostrando que se hace lo que ellos quieren; los que creen tener el poder, dando órdenes faltas de ética, razón y valores; los que han dejado las aulas para ostentar desde escritorios y se olvidan que detrás de cada enseñanza y aprendizaje hay sentimientos, sueños y proyectos…
Señores y señoras de educación: quiero decirles que a pesar de estos actos tan miserables, con tanta falta de respeto a esos niños/as que transitan nuestro presente y serán transformadores de nuestro futuro, yo, como docente, no voy a dejar de creer en ellos, en el arte, en mi labor, porque no me voy a dejar pintar de blanco para hacer callar los colores que mis alumnos por años han visto en cada una de mis clases. Y les digo a ustedes, los que no saben de un abrazo, una mirada de satisfacción, de una sonrisa, de hojas llenas de colores, que los brazos no los voy a bajar; porque creer en mis alumnos/as es lo más importante.
Como docente, trabajadora de la cultura y artista, quiero hacerle saber a cada uno de los docentes que trabajamos en las instituciones, que tenemos que hacer valer nuestros compromiso con nuestros alumnos; que cuando pase algo que haga desaparecer sus acciones como grupo, como compañeros, como personas, vamos a estar ahí esos docentes que creemos en ellos. Que esto que hoy me indigna no sea una muestra más de “no me di cuenta”, “no sabía”, “se tenía que dejar linda la escuela para la vuelta”, que ningún docente se deje tapar sus convicciones con frases armadas sin sentido. porque somos la voz de nuestros alumnos cuando lo injusto es indigerible.
¿Y ahora qué? Ahora ya están tapados de blanco nuestros trabajos, pero que todos sepan que esas ideas llenas de color, esos momentos compartidos vividos en grupo, no se van a borrar. Confío en que la bronca no será tan duradera como para que nos tapen esas ganas de decir lo que es importante, que las paredes, las aulas, las hojas, el canto, sigan siendo las armas más importantes para que nuestros alumnos sigan creyendo que un mundo mejor puede ser construido a través de nuestra fuerza, creyendo en nosotros mismos; que sigan creyendo que aunque estén tapadas lo que un día fueron sus ideas, van a seguir estando en cada una de sus acciones futuras cuando no se dejen tapar aquello que creen verdadero porque lo que se hace desde el corazón, fue soñado y vivido.
A los alumnos y alumnas que vean esto y se indignen como me paso a mi les digo que esto no sea el final de creer en el ARTE, sino que sea el principio de algo más grande.
Gabriela Sosa DNI 30673012 (legajo 68297/7) Las Grutas – Rio Negro
PROYECTO QUE SE COMENZÓ EN EL 2019 – Lugar donde vivo – 5to grado y 6to grado. Para continuarlo en el 2020 Muchas de las piezas de mosaico realizadas están guardadas en cajas porque se iba a continuar este año ya que es una técnica que lleva un proceso largo. En donde la constancia, el trabajo en equipo, la solidaridad, el compañerismo, la autoestima, el fortalecimiento de valores importantes se mantienen año a año.
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