En el marco del proyecto de maricultura propuesto por la Subsecretaría de Pesca de la provincia de Río Negro, Enrique Dowbley, representante de la pesca artesanal en San Antonio Oeste, compartió su perspectiva sobre esta iniciativa que busca desarrollarse en el Golfo San Matías.
Dowbley destacó la importancia de la participación activa del sector en el proyecto, señalando que están en la etapa de evaluar quiénes se sumarán. “Estamos viendo a ver quién se suma a este proyecto del sector, y, bueno, y trabajando un poco con gente de la provincia, que ha venido el director de pesca continental y de acuicultura, Juan Martín Llorens, y gente de Nación”, comentó Dowbley, subrayando la relevancia de la colaboración con representantes tanto provinciales como nacionales.
El representante de los pescadores artesanales fue claro al expresar las dificultades que enfrenta el sector, que atraviesa por una situación económica crítica desde hace varios años. “La estamos pasando muy, muy mal hace ya varios años”, afirmó en Signos FM.
Dowbley enfatizó que el proyecto de maricultura es una solución a largo plazo, concebida para completar un ciclo de reproducción que va desde la captura de semillas hasta la venta de mejillones. Sin embargo, también admitió que hay mucha incertidumbre y reticencia entre los pescadores locales, ya que muchos necesitan soluciones más inmediatas para mantener a sus familias.
Dowbley hizo una analogía para explicar el compromiso requerido por el proyecto: “Es como plantar la plantita, un olivo y tiene que pasar unos cuantos años para poder sacar el aceite”. Este compromiso a largo plazo es un obstáculo para muchos en el sector, que necesitan ingresos más inmediatos para subsistir. Además, subrayó la necesidad de una captación exitosa de semillas en el Golfo San Matías, ya que importar semillas de otras regiones no es una opción viable.
“La captación de semillas es fundamental; si no tenemos captación, no va a haber proyecto”, afirmó Dowbley. Destacó que la educación y la formación son esenciales para superar los desafíos de la acuicultura, considerando que el recurso en el golfo actualmente es escaso.
En cuanto al apoyo del Estado, Dowbley mencionó que el gobierno brindará asistencia técnicay financiera durante la fase inicial del proyecto, pero señaló que el objetivo es que el sector se vuelva autosostenible con el tiempo. También se refirió a la posibilidad de que la maricultura contribuya a la repoblación de los bancos marinos, creando nuevos ecosistemas.
Sin embargo, la realidad económica del sector es apremiante. Dowbley expresó preocupación por la capacidad de los pescadores para sostenerse durante el tiempo que tome el proyecto en dar frutos. “Para muchos dicen, no, mediano plazo son dos años, a largo plazo un poquito más. Nosotros creemos que ya es mucho”, reflexionó. En la coyuntura actual, los pescadores están a la espera de un recurso que podría ofrecerles una salida más inmediata: el langostino.
La situación del sector pesquero artesanal en San Antonio Oeste es compleja, y el proyecto de maricultura representa una apuesta a futuro que, aunque prometedora, requiere tiempo y esfuerzo para materializarse en beneficios tangibles para la comunidad.