La pesca marítima rionegrina es otra de las actividades que ha recuperado su dinámica y viene demostrando que es una alternativa válida a la hora de diversificar la economía. Por cuarto año, consecutivo aumentaron las capturas totales, pasando de 6.600 toneladas en el 2015 a 12.500 en el 2018.
Los indicadores demuestran además que por tercer año consecutivo creció la captura de merluzón de anzuelo que realizan los pescadores artesanales. En el caso de la merluza, en el último año las capturas volvieron a los valores históricos tras una década de bajos índices.
Estas cifras hablan del excelente estado de salud del sector pesquero y de la fuerte inversión efectuada por los privados, lo que provoca el aumento del empleo y un crecimiento sin precedentes en el volumen del negocio pesquero, tanto en el sector industrial como en el artesanal.
En febrero se inauguró la primera planta industrial pesquera que se construye desde mediados de los ‘90. Y hay varias otras en construcción. En este caso específico, se trata de la cooperativa 16 de Abril, que principalmente se dedica a la pesca de langostinos, pero trabaja todo el año con las especies que habitan en el golfo San Matías. La nueva planta creará más de 100 puestos de trabajo
El mismo crecimiento se dará en Sierra Grande, con inversiones privadas proyectadas que permitirán duplicar la producción y la cantidad de puestos de trabajo generados por la industria pesquera. Esto consolidará al sector y cambiará definitivamente la matriz productiva de la ciudad.
Esto se suma a la importante inversión pública realizada en la terminal Pesquera Artesanal Marítima, en el Instituto de Biología Marina y en la Dársena e Pesca de Punta Colorada. También se pusieron en marcha el Plan de Manejo de Langostino, la normalización y mejoramiento de la Terminal Pesquera Artesanal, la regulación del ingreso de embarcaciones al caladero y un nuevo marco normativo para el ordenamiento de la pesca artesanal.
En el mismo orden se enmarcan las campañas de evaluación de recursos pesqueros efectuada por el Instituto de Biología Marina, con financiamiento provincial y privado, lo que ha permitido volver a conocer, después de 10 años, el potencial productivo de algunos de los principales recursos pesqueros del golfo.
En materia de asistencia, continúan operativas las dos líneas de financiamiento del Fondo Fiduciario Pesquero que asisten en forma permanente a los sectores industriales y artesanales.
En el mismo orden, desde el Programa Provincial de Créditos para Incorporar Valor Agregado, se otorgaron asistencias a tres empresas pesqueras que mejoraron su producción. En total, y durante los últimos 2 años, se entregaron créditos a tasas subsidiadas por más de 700.000 dólares, que se han invertido para mejorar la producción y sostener y crear muchos puestos de trabajo.