Referentes de la Federación de Entidades Empresarias de Río Negro (FEERN) presentaron en el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) un recurso administrativo a través del cual se impugnan resoluciones del organismo que han autorizado aumentos de la tarifa eléctrica considerados «desmedidos». Las subas han sido anunciadas en su momento por la empresa Edersa, responsable del servicio.
Las decisiones del EPRE «permiten incrementos injustificados en las tarifas de la energía eléctrica» que, por su desmesura, causan «un grave perjuicio a los empresarios y ciudadanos de nuestra provincia», se enfatiza en un breve comunicado dado a conocer por la institución tras cumplir su cometido.
En el texto, se sostiene que los aumentos «asfixian económicamente a la comunidad y condenan al cierre a innumerables empresas, con el consiguiente impacto devastador en el empleo y el desarrollo económico regional», por lo que desde la FEERN «alzamos nuestra voz en firme protesta y exigimos respuestas inmediatas a una serie de interrogantes que han sido ignorados durante demasiado tiempo».
El recurso administrativo fue presentado este jueves ante la Gerencia de Atención de Usuarios del EPRE, en Cipolletti, por el presidente de la federación empresarial, Walter Sequeira, el vicepresidente primero José Luis Bunter y el secretario Mariano Katz.
Los dirigentes acompañaron su objeción con numerosas notas de reclamo, o cartas protesto, de empresarios y cámaras del sector de distintas localidades de la provincia, de modo que no queden dudas acerca de la amplitud y rotundidad del rechazo a los tarifazos.
Desde la FEERN, se indicó que se tendrá la paciencia de esperar una respuesta del EPRE durante un tiempo prudencial, pero hicieron hincapié en que todo tiene un límite y, por ello, la celeridad es lo que se impone, debido a la preocupación y hasta el sufrimiento que están experimentando muchos empresarios del comercio, la industria y los servicios.
En caso de que se dilate demasiado el pronunciamiento del EPRE o si no existe una contestación satisfactoria, la dirigencia empresarial no ahorrará esfuerzos para continuar los reclamos por otras vías que haya disponibles, siempre en el marco de la institucionalidad en que se desenvuelve el sector.
El reclamo ante el EPRE
«Nosotros no hacemos cortes de ruta ni hacemos marchas, pero vamos a recurrir a todas las alternativas posibles, por ejemplo, a las que existen en la Justicia y en las redes sociales», expresó el cipoleño Bunter, quien reafirmó el propósito de defender los derechos de quienes están siendo afectados por los altos montos que se han fijado por el suministro de la electricidad.
En el plano judicial, una de las opciones podría ser la presentación de un recurso de amparo o de otros instrumentos legales que aconsejen los abogados y técnicos que colaboran con la FEERN. En cuanto a las redes sociales, se podría acudir a ellas para, entre otras cosas, explicarle a la comunidad el intrincado esquema de componentes y cálculos que sustenta la facturación por los consumos de la energía.
El dirigente sostuvo que los dos últimos meses «han sido terroríficos» para las empresas, a raíz de lo «exagerado» de los montos que está cobrando Edersa. Ilustró la situación con lo ocurrido a un kiosquero cipoleño que tiene que pagar más de 1 millón de pesos, lo que pone en riesgo la estabilidad de su negocio, o los casos de empresarios de otros lugares que, por el tipo de actividad que desarrollan, han recibido facturas tan elevadas como una de 32 millones de pesos y otra de 58 millones de la moneda nacional.
Indicó que las autoridades de la Nación y de la Provincia no están actuando como se debería, puesto que, en lugar implementar medidas para reactivar la labor, en especial, de las pequeñas y medianas empresas, están aplicando políticas que ponen «en riesgo su sustentabilidad».
En este marco, no consideró correcto que las iniciativas gubernamentales «pasen solo por sacar los subsidios» a los usuarios de servicios, sin que se bajen o quiten impuestos, que tendría que ser el complemento indispensable para que la economía en general se recupere.
Afirmó que también se requeriría de acciones para «acompañar a los trabajadores», pues no están pasando un buen momento en materia de ingresos, con lo que tampoco pueden transformarse en factores de reactivación de la actividad económica, ya que hoy se ven en la necesidad de restringir sus gastos. La consecuencia es que no hay «dinero circulante» y el despegue del sector privado se vuelve más complicado.
Para los trabajadores, también resultaría provechoso que «se bajen los impuestos», entre ellos, el IVA que los afecta directamente, como al conjunto de los consumidores. Pero la sociedad entera se vería beneficiada, por ejemplo, con una reducción del impuesto a los Ingresos Brutos y otros que distorsionan y torna muy engorroso el funcionamiento empresarial.
Al final, reafirmó que la presentación administrativa efectuada por la Federación «es contra el EPRE, porque no está defendiendo al consumidor». Al contrario, la repartición «ha otorgado aumentos que ni siquiera pidió Edersa». Y, si a los mayores valores de la energía que se deben enfrentar, se unen la alzas en otras prestaciones básicas, en los precios de los alquileres y en distintos insumos y obligaciones, el resultado será que «las pymes se irán muriendo».
