Ayer lunes, la Cámara de Diputados realizó una reunión de distintas comisiones para tratar la denominada área “Agujero Azul” es una región de alta productividad primaria. Es área de alimentación de varias especies de gran importancia económica como la merluza, la anchoíta, la vieira patagónica y el calamar, y de muchas especies de aves y mamíferos.
Debido a la abundancia de recursos biológicos, el sector lindero a la Zona Económica Exclusiva registra una intensa actividad pesquera extranjera que se centra en la captura del calamar.
En la tarde de ayer lunes, se llevó a cabo una reunión conjunta de las comisiones de Relaciones Exteriores y Culto; de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios; y de Defensa Nacional para analizar un proyecto para crear el Área Marina Protegida Agujero Azul, constituida por la categoría de manejo de Reserva Nacional Marina estricta sobre los espacios de la plataforma continental bajo jurisdicción de la República Argentina.
La iniciativa tiene como objetivo proteger la diversidad marina en una región de alta productividad primaria, los objetivos principales del proyecto son proteger la biodiversidad marina, fomentar la investigación científica, defender los intereses argentinos sobre el mar.
El proyecto de ley impulsa la creación de un «Área Marina Protegida Bentónica» en la porción de «plataforma continental bajo jurisdicción argentina» que corresponden al Agujero Azul, pero al ser de carácter «bentónica» involucra solo el lecho marino excluyendo la columna de agua superior.
“Este proyecto pone sobre la mesa de una manera mucho más fuerte la cuestión de la conservación en la milla 201 en aguas internacionales cuando el lugar en donde no hay ley, afecta la biomasa del lugar donde hay ley”, dijo el ministro y agregó: “de esta manera se crea un concepto que va a ser muy difícil rechazar internacionalmente y se honra el lugar donde descansan los 44 héroes argentinos”.
“La iniciativa de los diputados está destinada a defender la soberanía sobre nuestra Plataforma Continental argentina, a la cual recientemente se le ha demarcado el límite exterior a través una ley votada por unanimidad en Congreso, respalda una política de Estado llevada adelante durante más de 20 años. Argentina tiene en el Atlántico Sur un desafío de soberanía y una estrategia de desarrollo”.
Primer paso para la protección de un sitio especial en el mar argentino
El proyecto de área marina protegida bentónica Agujero Azul incluye el único sector de aguas internacionales sobre plataforma continental (profundidades menores a 200 metros). Se complementa con un amplio sector de talud que incluye un sistema de cañones submarinos. En los fondos se desarrollan invertebrados como esponjas, corales de agua fría, anémonas, estrellas de mar, erizos, vieiras y más especies. Estas forman estructuras tridimensionales que sirven a otra fauna tal como cangrejos, centollas, langostas y peces como refugio y fuente de alimento. Son vitales para la salud del ecosistema de toda la columna de agua sobre ellos. La alta disponibilidad y circulación de nutrientes hace del Agujero Azul uno de los sitios de alimentación preferidos por grandes mamíferos como ballenas y elefantes marinos.
La excesiva presión pesquera al que se somete al Agujero Azul por parte de las potencias pesqueras, que se incrementa año a año, provocando daños catastróficos sobre la biodiversidad y resultando en una virtual destrucción de los ecosistemas de los fondos marinos, por la intensiva utilización de artes de pesca como el arrastre de fondo.
Con la implementación efectiva de la AMP Agujero Azul, la flora y fauna bentónica, que es la que vive adherida al fondo o se desplaza sobre él, recibirá una amplia protección. Toda actividad que tenga impacto sobre el lecho será vedada, esto quiere decir que la pesca de arrastre de fondo, la minería submarina y la explotación de hidrocarburos no podrán desarrollarse en el Agujero Azul. La República Argentina tiene derechos sobre los recursos del fondo marino en la plataforma extendida y también el deber de establecer medidas para su conservación. Cuando esta ley sea promulgada las flotas de las potencias pesqueras verán su actividad limitada a la columna de agua y deberán recibir las inspecciones sobre sus elementos de pesca que la Argentina determine, para asegurar que no se utilicen redes o cualquier aparejo que impacte el fondo marino.
Agujero Azul está constantemente sometido a presión por parte de flotas pesqueras. Mas de 500 buques de pesca industrial visitan sus aguas todos los años. Llegan allí para explotar estos recursos naturales, habilitados por los subsidios que reciben de sus estados de bandera, sometiendo a las poblaciones de peces, la flora y fauna de los fondos y el medio ambiente en general a niveles de explotación insostenibles, más allá del mero redito comercial. Es importante destacar que las potencias pesqueras otorgan subvenciones a estos buques por el solo hecho de tener la red en el agua, sin importar si capturan un pez, un millón o ninguno.
Esta situación se repite año a año por la falta de regulación y gobernanza que impera hoy en las aguas internacionales. Actualmente no existe un mecanismo efectivo a nivel global para la protección del océano en áreas fuera de la jurisdicción nacional, y particularmente el Atlántico Sur sufre un grave vacío regulatorio. (Telam-NA)