La cirugía de mínima incisión o mínimamente invasiva del pie, también conocida como cirugía MIS (por las iniciales del inglés: Minimal Incision Surgery), es una técnica elegida por muchos profesionales para tratar un gran número de deformidades del antepié tales como juanetes, dedos en garra, en mazo o en martillo, metatarsalgias, juanetes de sastre, etc. Se trata de una técnica quirúrgica en la que a través de pequeñas incisiones en la piel de entre 2 y 5 milímetros podemos acceder a diferentes localizaciones anatómicas con el fin de realizar correcciones sobre huesos, ligamentos, cápsulas, tendones, etc., sin necesidad de tener que hacer una exposición directa de los mismos como hacemos en una cirugía abierta. ¿Este tipo de técnica es cirugía láser? Una pregunta común. No, la cirugía láser en el pie no existe.
¿Qué resultados tiene?
Al igual que con la cirugía abierta, el éxito en el resultado quirúrgico no depende de la técnica como tal sino de una buena indicación quirúrgica y de la puesta en marcha durante la intervención de los distintos gestos técnicos para devolver al pie su capacidad funcional y anatómica. Si esto se realiza correctamente la deformidad no volverá a aparecer.
¿Se utilizan materiales quirúrgicos para la fijación de las técnicas?
Este tipo de técnicas están desarrolladas para realizarlas a través de incisiones bien estudiadas, donde a través de ellas se accede a las estructuras a intervenir, y posteriormente se procede a la sutura de estas mini-incisiones y a la fijación mediante vendajes específicos que controlan la curación y la alineación de estas estructuras. Sólo en casos de deformidades graves se utiliza, en algún caso, material de osteosíntesis para corregir angulaciones óseas severas.
¿Todos los problemas del pie se pueden solucionar bajo esta técnica?
No. Es una técnica adecuada para un porcentaje muy alto de las deformidades de antepié, pero no para el 100% de las mismas, ya que muchas de ellas precisan de cirugía abierta en la que exponer claramente los tejidos asegura el éxito de la intervención.
Como hemos comentado, intervenir a través de pequeñas incisiones permite realizar multitécnicas simultáneamente con un menor trauma en los tejidos. Durante todo este proceso nos ayudamos de un fluoroscopio (equipo de radiología intervencionista a tiempo real) que permite tener un control absoluto durante la intervención y así desarrollar las correcciones necesarias para devolver al pie su funcionalidad anatómica y biomecánica. El hecho de que esta cirugía sea denominada cirugía mínimamente invasiva no implica que pueda ser considerada una cirugía de poca importancia ni exenta de riesgos. Es fundamental que este tipo de intervenciones sean realizadas por profesionales con gran experiencia y formación.
Al terminar la intervención el paciente regresa a casa por sus propios medios, calzando un zapato especial con el que puede caminar sin problema, acelerando de esta manera su recuperación funcional y la reintegración más temprana a las actividades de su vida diaria.
Dr. Edgar Torres, traumatólogo, Hospital A. Serra.