La economía en Río Negro se tambalea mientras los comerciantes minoristas enfrentan una caída vertiginosa en las ventas, con un desplome que supera el 30% en el primer cuatrimestre del año. Esta situación, lejos de mejorar, parece agravarse, generando preocupación entre los sectores comerciales locales.
Según datos recopilados en diferentes rubros y establecimientos, el desplome en las ventas ha superado incluso el promedio nacional, que se sitúa en un 18,4%. Existe un debate sobre las metodologías de medición, pero la documentación de la cantidad de productos vendidos parece reflejar de manera más precisa la situación actual, según la dirigencia del sector.
Walter Sequeira, de la FEERN, describió el panorama como «muy complicado», señalando que la mayoría de los sectores están en recesión y sumidos en un proceso de deterioro sin fin a la vista. Se destaca la reducción en el consumo, especialmente de productos básicos como alimentos, donde incluso la carne registra una marcada disminución en la demanda.
La política de ajuste implementada a nivel nacional es vista como necesaria por algunos, pero excesiva por otros, lo que ha contribuido al empeoramiento de la situación. Además, la región enfrenta desafíos adicionales debido al alto impacto de la industria hidrocarburífera, que genera disparidades significativas en el poder adquisitivo de la población.
En este contexto, los comerciantes se ven obligados a lidiar no solo con la disminución de las ventas, sino también con el aumento de los costos operativos, incluidos alquileres, servicios y salarios. El acceso al crédito y la capacidad para mantener la cadena de pagos se vuelven cada vez más difíciles.
Ante estas adversidades, muchos comerciantes están cerrando sus establecimientos y optando por trabajar en la informalidad, aprovechando las oportunidades que brindan internet y las redes sociales para mantenerse a flote.
El panorama económico en Río Negro es sombrío, con comerciantes luchando por sobrevivir en medio de una recesión que parece no ceder. Las medidas políticas y económicas necesarias para revertir esta situación son urgentes, ya que el cierre de empresas y la falta de empleo continúan afectando a la población.
