La Junta Vecinal solicitó desde hace tiempo que se instalen reductores de velocidad en el barrio grutense, mencionando el exceso constante de velocidad por parte de automovislistas en diferentes calles que componen el sector. “No es conveniente realizar reductores de velocidad en calles no pavimientadas, como es el caso de la solicitud en cuestión” señala la resolución 073/2016 del 27 de diciembre del pasado año.
Los vecinos habían pedido que se coloquen en las calles Caleta Falsa, Punta Villarino, Banco Lobos, Bahía Rosas y avenida Currúa Leuvú.
Unos días antes de la resolución, un 23 de diciembre, se autoconvocaron en una esquina del barrio e incluso realizaron un reductor marcandolos con gomas de colores, ue aún continúa en el lugar (Bahía Creek y Caleta Falsa) ya que durante un año entregaron notas tanto al ejecutivo y a la legislatura comunal.
Recordemos que en San Antonio Oeste, la pequeña Ilcen Aimé falleció por la alta velocidad que llevaba Fernando Schdmit, en una calle de tierra. Si hubiera existido un reductor de velocidad quizás, la suerte de la pequeña hubiera sido otra. En ese lugar, posteriormente los vecinos y familiares de la niña también construyeron un baden.