Vanesa Segundo, madre de Mirko Díaz de 11 años, quien tras sufrir un empujón de un compañero de grado, que lo derribó contra el borde del piso de cemento del patio de la escuela “cuando mi hijo cayó, no podía levantarse, así que las maestras lo sentaron en una silla y llamaron al padre, siquiera llamaron una ambulancia como debías ser, por eso el papá lo trasladó en su auto hasta el hospital, por el dolor que sufría y además tenía 8 de presión, quedó internado, le hicieron radiografías, le colocaron suero y calmantes” agregó que “allí lo derivaron al traumatólogo Casal que diagnosticó el traumatismo de cadera y solicitó sesiones de kinesiologías” sostuvo.
“Esto sucedió el 11 de mayo, el 22 de mayo, le hacen una nueva placa y allí el médico menciona que tiene una posible epifisiolisis que efectivamente se comprueba en el hospital de Cipolletti mediante una resonancia magnética, hasta aquí la sucesión de idas y venidas, mientras tanto hemos presentado en el seguro, que la planilla fue mal rellenada en la escuela y luego las maestras debieron hacer un descargo como fue la situación, porque habían puesto que la lesión era jugando, pero en realidad fue una agresión” añadió que “el seguro, la médica Nora Rosano, auditora de Horizonte, dijo que era una patología congénita, que nació así y se despertó con el golpe, una mentira, porque mi hijo jugaba al fútbol en la categoría 2005 de Ferro, era un niño saludable que jugaba como todos y luego de ese golpe contra el borde del piso de la Escuela 179 está con muletas y dolor, además necesita operarse urgente”.
“Consultamos con el Doctor Ricardo Mandra, traumatólogo y ortopedista infantil, un especialista que dijo que lo que sucedió es por el golpe sufrido y no por una patología de nacimiento como dicen en Horizontes Seguros, lo que no quieren es cubrir la intervención quirúrgica, vamos con casi dos meses de esto y seguimos sin respuestas” indicó además “hemos consultado con la abogada Ana Schiavone, quien nos sugirió presentar un recurso de amparo, así lo hicimos, esperamos que la justicia tenga la contemplación debida, estoy desesperada ver sufrir a mi hijo de dolor y que no pueda hacer sus actividades normales” afirmó Vanesa entre lágrimas.
Actualmente el niño recibe educación por medio de una maestra domiciliaria que envía el Ministerio. Todos los gastos actualmente pagan los padres del pequeño.