Un día signado y fatídico cualquiera de nosotros se encuentra cara a cara con la muerte, siempre dolorosa, pero en algunas como en el caso de nuestro joven vecino nos golpea a la sociedad toda.
Mientras trata la familia y amigos de ver dónde va metiendo todo su dolor, se da salida a un clamor de “justicia”, sincero, valedero y acompañado.
Suenan incesantemente en nuestra cabeza las preguntas… ¿Se podría haber evitado?, ¿Quién o quiénes son los responsables de esto? Y más allá del proceso judicial que decidirá finalmente el grado de responsabilidad de la dirigencia actual del club y resalto esto habiendo conocido señores y señoras que hicieron de Racing un club fuerte a costa de trabajo y honestidad, lejos de imaginarse algo como lo que sucedió, de quien habilite el club en estas condiciones o de quien o quienes hallan incidido para que este lamentable hecho suceda.
Produce mucha indignación porque un poco de Nicolás estaba en nuestros propios hijos y en lo que pretendemos de ellos, estar al “amparo” de un club, realizando deportes y disfrutando con amigos.
Esperamos como sociedad desde luego se haga justicia y a nuestros representantes, intendente, concejales y además funcionarios muevan el foco de atención, entiendan dejar de lado los juegos políticos arrojándose culpabilidades y asuman el grado de responsabilidad que conlleva estar en el lugar que están, esto NO debería haber pasado nunca, este hijo ya no va estar en su casa con la familia, queremos y necesitamos una sociedad en la que los hijos estén al aire libre, en plazas o en los clubes, seguros y vivos.
La partida de este ángel no debe conllevar a reclamos espasmódicos que se diluyan con el tiempo todos tenemos la posibilidad de cambiar algo!
Alejandro Araño – Las Grutas
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