La intendenta Roxana Fernández, en un diálogo franco y detallado, ha ofrecido una radiografía de la situación en la que recibió el municipio de Sierra Grande, describiéndolo como «colapsado en todos los aspectos».
Sin prestar los servicios básicos a la comunidad y con un retraso significativo en su mejoramiento, la nueva administración se enfrentó a un panorama desolador: la falta de fondos en las cuentas municipales justo en vísperas de la temporada turística.
Fernández destacó que su administración se topó con un municipio sin recursos para afrontar los desafíos inmediatos. Ante esta situación, se priorizó el ordenamiento general y la optimización de los escasos recursos disponibles. La intendenta se vio obligada a implementar una moratoria y a trabajar arduamente para recuperar la confianza de los contribuyentes, quienes habían dejado de pagar sus tasas debido a una desconfianza generalizada en el gobierno anterior.
El primer paso, según Fernández, fue regularizar los pagos a los proveedores, crucial para mantener servicios esenciales como la recolección de residuos. La confianza en el municipio debía restablecerse para asegurar el suministro necesario y la continuidad de los servicios básicos.
Durante estos siete meses, la administración logró importantes avances, como la recuperación del parque automotor, una tarea compleja debido al estado de deterioro en el que se encontraban los vehículos. Este esfuerzo permitió mejorar la prestación de servicios a la comunidad.
Además de la gestión operativa, Fernández mencionó la importancia de trabajar en la planificación y proyección de un futuro diferente para Sierra Grande, en colaboración con el gobierno de Alberto Weretilneck. La intención es desarrollar el potencial de la ciudad y reforzar la confianza entre los empleados municipales, quienes, a pesar de los bajos salarios, han visto una recomposición salarial de más del cien por ciento en este periodo.
La intendenta concluyó resaltando el compromiso colectivo necesario para afrontar los retos que enfrenta Sierra Grande, animando a todos a “ponerse la camiseta” y trabajar juntos por el bienestar de la comunidad.