HISTORIAS SANANTONIENSES. Un interesante opúsculo hoy casi inhallable titulado “Al este de la Patagonia”, Historia de San Antonio Oeste – Años 1500 al 1950, autoría de Juan Carlos Ballor, impreso en la ciudad de Bahía Blanca en el año 1971, no solo aporta datos muy interesantes sobre dicha ciudad, sino que constituye el primer testimonio escrito de su historia aportando una enjundiosa documentación.
Aparte de la historia ya más conocida sobre sus orígenes, detalla en forma minuciosa a los primeros pobladores del lugar.
Escribe Ballor que “Legalmente de acuerdo a circunstanciales actas de nacimientos, matrimonios y fallecimientos, tenidas a la vista, surge que Saco San Antonio es mencionado por primera vez en el año 1903 y San Antonio Oeste en el año 1907. Por referencias dignas de crédito se puede afirmar con ciertas reservas que el primer nacimiento registrado fue el 12 de febrero de 1891 a nombre de María Camargo, el segundo en 1899, de Matilde Contreras y el tercero en el año 1900, de Prudencia Carrumán. Más ejemplarizador resulta publicar los apellidos de los nacidos entre el año 1899 y el año 1907, resultando: Contreras, Domínguez, Martínez, San Juan de Santa Cruz, Ulloa, Painemán, Loncunao, Pazos, Marinho, Agüero, Morón, Lopetegui, Carrimán, Tello, Calfil, Crespo, Lucero, Linares, Lenimena Gutiérrez, Flechoso, Sierra, Rial, Flores, Cayuqueo, Pillia, Huinká, Fernández, Caro, Quiñelao, Cabrera, Nauculeo, Perfecti, López, Peñaldo, Molina, Manquepillán, Yancavil, Curiqueo, Signero, Epul, Yanzón, Pérez, Pebe, Hernández, Román, Sosa, Goroso, Carrizo, Zúñiga, Tarruella, Padilla, Pousa, Bel, Paderno, Collado, Farías, Astudillo, Acosta, Chávez, Calderón, Ojeda, Curimán, Coronao, Piris, Bustos, de Marco, Rojas, Funes, Angalao, Wagener, Peirano, Albanese, Fortete, Quintú”.
Y más adelante Ballor cita que “los matrimonios fueron: Barnes-Colín, Contreras-Barnes, Martínez-Calvo, Pillia-Martínez, Estebanacio-Pazos, Pazos-Calvo, Paz-Pérez, Morón-Macedo, Contreras-Calvo, Calvo-Olivera, Martínez-Pazos, Ullua-Guerra, Bramajo-López, Guayquil-Ibañez, Carrimán-Jara, Allegri-Pérez, Contreras-Antemil, Aguirrezabala-Santa Cruz, Santillán, Roldán, Vázquez-Roldán, Gerhold-Reggiani, Margarittini-Nieda”.
Y también agrega los fallecimientos por aquellos años anteriormente citados: “Flechoso, Pisangre, Cruz, Bravo, Saihueque, Cañulquil, Morón, Cariz, Linares, Bernasque, Botana, Rojas, Perineti, Groso, Macedo, Medina, Calvo, Clerici, Villafañe, Gacio, Pérez, Isola, Uincá, Cruzado, Lavatelli, Flores y Catunao”.
Y agrega que “la estadística, revela siguiendo el orden en importancia, las nacionalidades: argentinos, españoles, chilenos, italianos, uruguayos, franceses, ingleses, austríacos y dinamarqueses entre los años 1899 al 1907. Las profesiones: criadores, amas de casa, jornaleros, agricultores, comerciantes, herreros, carpinteros, cocineros y empleados”.
“Las autoridades representativas fueron: Juez de Paz y Encargado del Registro Civil: Sr. Arturo San Juan de Santa Cruz (uno de los apelativos más largos), Comisario de Policía: Héctor Aguirre, Encargado: Manuel Benito, Subprefecto del Puerto: Eduardo Manuel Cabrera. El primer Concejo Municipal lo integraban: Luis Peirano, Ludolfo Guster, Kurst Fresse, Rodolfo Machello y Samuel Sampayo”.
Como un dato histórico de importancia cita Ballor que “las construcciones existentes al año 1908, eran 64 y estaban distribuidas en 31 manzanas, las restantes 24 completamente libres. En la línea de marea alta, se encontraban los muelles de Sassenberg y Cía., Peirano-Podestá y Cía., además de galpones e instalaciones los talleres y oficinas del ferrocarril Puerto San Antonio al Lago Nahuel Huapí y viviendas para el personal”.
Y también corresponde señalar las herrerías de Gerhold y Tarruella, las fondas de Peirano, Pedro Contín y Juan Antonio Paderno, el correo, plaza, comisaría, escuela, caballerizas de Lahusen, Ferrocarril y las dependencias de la Aduana y la Subprefectura.
Son los reseñados algunos de los hechos fundamentales en los comienzos de la historia de San Antonio Oeste, donde un grupo de pioneros dejaron su impronta y avizoraron un futuro de progreso y promisión para ellos y las generaciones que vendrían.
Jorge Castañeda. Escritor – Valcheta