Al grito de ¡No queremos ser el próximo femicidio! fue la bandera que este viernes alzaron las Mujeres Autoconvocadas, organizaciones feministas e Irreverrenta Colectiva, en acompañamiento a una víctima de violencia de género que se encuentra bajo amenaza y en riesgo junto a toda su familia. Por la mañana se concentraron en la plaza Centenario de San Antonio Oeste y se movilizaron hacia el juzgado N°9 de Familia, Civil, Comercial y de Minería.
Lucía Salvaterra, diálogo con los medios de comunicación presentes mencionando respecto a la opresión que viene arrastrando hace varios años, comentó “estoy pasando una pesadilla de vuelta, nunca me dieron el botón antipánico y no le pusieron tobillera a mi agresor, desde seis años que estoy padeciendo esta situación, realizando todas denuncias posibles para pedir auxilio. En mi casa vivo con adulto mayor y una menor, mi agresor años atrás me llevo a secuestrar y violar, llego a matar perros adelante de mío, diciendo que eso le iba a ser con la menor que tenemos en común”.
“En el día de hoy con riesgo de vida y la de mi familia, ahora estoy con consigna policial, en las anteriores veces solo con la línea 144 pude acceder, me acerque nuevamente al juzgado de familia N°9 con la sensación de no sentirme escuchada nuevamente, vengo con mi abogada haciendo diferentes pedidos de hace tiempo, lo único que busco es proteger a mi familia” indicó Salvaterra.
“No me llevo nada hoy, mi abogada volvió a insistir y la jueza negó ciertas realidades que atravieso como el botón antipánico, la tobillera para él y el impacto en mi día a día de la consigna policial. En estos momentos estoy haciendo cargo a la jueza de lo que me pase a mí, porque no es culpa de la policía, es culpa de la justicia por inacción y tenemos casos que así lo reafirman, están esperando que me maten a mí, junto a mi familia, es ella quien nos pone en riesgo. Lo único que no quiero ser es el próximo femicidio e infanticidio, no quiero aparecer muerta como las otras chicas, tengo mis derechos y quiero que me protejan. Toda la comunidad de San Antonio está en peligro por la inacción de los jueces y fiscales” sostuvo.
Una de las integrantes de Irreverenta Colectiva, en acompañamiento indicó “de esta manera queremos hacer visible este trámite legal que inició en 2016, hace 5 años en resguardo de la menor. Esta dilatación en el tiempo trae este tipo de consecuencias, que el violento se vuelva a poner más violento y que las víctimas no sean solamente ellas, ampliándose a todo el seno familiar. Lo que se solicita a la jueza es una ampliación que incluya a toda la familia en el resguardo, porque entendemos que este violento no es una persona fácil de manejar, hasta los vecinos no se animan a declarar cuando incumple con la norma 3040, es sumamente violento y la justicia tiene que intervenir de forma urgente. Esta situación no se puede dilatar más, y que el acompañamiento como asesoramiento a las víctimas tiene que ser real y es algo que no estamos viendo” explicó.