Una joven denunció a un amigo por sustraerle el celular nuevo. El mismo había sido adquirido hace poco tiempo.
Señaló que, en ese momento, quien era su amigo, la había visitado durante la noche para tomar unos mates, luego de terminada la charla, el sujeto se retiró, pero se llevó algo consigo.
La joven se dio cuenta que se había ido con el celular de su pertenencia. Según indicó en la denuncia, luego el hombre le había señalado que escribía cosas inadecuadas y que por eso se lo iba a revisar.
A pesar de continuar la burocracia judicial por algún tiempo, el juez decidió desestimar la causa “habida cuenta que la investigación llevada a cabo aparece como agotada y no se advierte que resulte pertinente y útil, ensayar alguna otra medida de comprobación de la que pudiera surgir otro elemento de convicción de valor probatorio. En este contexto, no existiendo elementos suficientes para proceder a la apertura de la Investigación Penal”.
Si bien la damnificada volvió a insistir con la situación, el letrado explicó “la denunciante no encuentra corroboración en prueba indiciaria independiente que me permita llegar a una conclusión de verosimilitud, más allá de toda duda razonable. Sumado a ello, creo que la posibilidad de recolectar nuevos elementos de prueba se encuentra agotada. Que, en consideración de las cuestiones particulares de esta causa, el exiguo marco probatorio reunido, la falta de testigos presenciales, la inexistencia de cámaras de seguridad u otros dispositivos de vigilancia en el lugar del hecho que pudieran haber registrado lo ocurrido”.
Finaliza “notifíquese a la denunciante haciéndole saber expresamente que tiene derecho a solicitar al fiscal del caso la revisión del archivo, por un fiscal superior, en el término de tres días de notificado”.
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