Según indicaron las tallas son L2 y L3 y muy mínimo L1. Esperan mejorar este mes la cadena productiva.
En 40 millas náuticas apareció el langostino para la pesca artesanal que venía esperando el “oro rojo” y por varios días salieron a buscar el recurso.
El clima se comporta ambivalente, eso impide la regularidad y mantener una pesca constante, el mes de enero no fue lo mejor, incluso por la falta de pesquería.
Si bien las embarcaciones iniciaron el proceso de la cadena hasta cada una de las industrias que obtuvieron el recurso para elaborarlo, se espera mayor frecuencia, porque esto motoriza y dinamiza la economía local.
Se estima que al menos quinientas familias dependen de la cadena productiva que tiene su primer eslabón en la flota de lanchas artesanales de SAO.
Hace unos días, en Lu15, el representante de la pesca artesanal Alejandro Sarmiento admitió la esperanza de que, si bien tardía, esto continúe y termine siendo una buena temporada, es conocido que la pesca inyecta recursos en la economía de San Antonio Oeste, porque las familias que dependen de la misma, gasta esos fondos en el comercio local.
También es necesario ubicar el langostino, es otro motivo complejo, porque esto demanda combustible y horas de trabajo, pero la recompensa ahora es mayor.
Las marcas donde se concentró la flota fueron a la altura de Caleta de los Loros y Bahía Creek, es decir, en la zona norte del golfo, ubicadas a 40 y 50 millas del puerto sanantoniense.
Sarmiento señaló a Revista Puerto que la expectativa está, lo que ahora esperan es mayor asiduidad en la obtención del “oro rojo”
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