Enrique Dowbley, representante de la pesca artesanal, expresó su rechazo al nombramiento y denunció la falta de consenso en la decisión oficial.
Enrique Dowbley, representante del sector de la pesca artesanal de San Antonio Oeste, manifestó un profundo malestar por la reciente designación de Gustavo Gualtieri como nuevo subsecretario de Pesca. Cuestionó duramente la decisión del Ministerio de Producción de Río Negro y señaló que el nombramiento se realizó sin consenso con los actores del sector artesanal.
“Cuando se fue Jessica Ressler, la idea era consensuar con los referentes del sector el nombre del nuevo subsecretario, pero eso nunca pasó. El sector artesanal está muy caliente, la bronca es grande por no haber sido escuchados”, afirmó Dowbley, quien representa a un importante grupo de pescadores artesanales del golfo San Matías.
Según relató, en la última semana hubo reuniones entre el ministro y sectores de la pesca industrial y artesanal, pero de forma separada, lo cual alimentó aún más las sospechas sobre una decisión ya tomada de antemano. “Nos dijeron que no tenían a nadie todavía, pero evidentemente ya estaba todo arreglado”, agregó.
Dowbley expresó además que no tiene buenas referencias de Gualtieri, a quien señaló como partícipe de antiguos proyectos pesqueros que no se concretaron y que “sacaron el recurso de todos los rionegrinos con uno o dos barcos”. “Hoy le están dando el manejo del recurso del golfo a una persona que no cumplió antes con los compromisos asumidos. Es preocupante”, sostuvo.
El referente fue más allá y apuntó a lo que considera una maniobra para “tapar errores del pasado”. Dowbley, quien lleva más de dos años al frente de la representación del sector artesanal, lamentó el daño que estas decisiones causan en una comunidad que ya viene golpeada: “Tenemos gente deprimida, medicada, en mal estado. Hacemos un esfuerzo enorme por mantener la paz social, por dialogar. No se ha prendido una goma en esta ciudad porque siempre apostamos al diálogo, pero estas jugadas duelen”.
También criticó que en el marco de la emergencia pesquera declarada recientemente, se haya “cedido” a una duración de solo seis meses, cuando según él “el recurso necesita al menos tres años para recuperarse”. “En diciembre, si aparece un poco de langostino, este señor en su nuevo puesto va a habilitar a pescar a quien quiera, y los que estuvimos tres años esperando vamos a quedar como unos tontos”, expresó, con indignación.
Dowbley remarcó que, además de los pescadores artesanales, tampoco fueron convocados sectores gremiales como el STIA, el SOMU y el SICONARA como otros. “Hay sectores que ni siquiera fueron invitados”, denunció.
Finalmente, pidió que se respete a los trabajadores que viven en la zona: “Nosotros no tenemos barcos, tenemos lanchitas, y vivimos acá. Los empresarios que hoy vienen y están a cargo se van a ir si no les sirve el negocio. Pero nosotros vamos a seguir en San Antonio”.
Dowbley adelantó que buscará reunirse con el intendente para transmitirle el malestar generalizado del sector. “Nos están queriendo hacer desaparecer, pero el sector artesanal no va a desaparecer”, concluyó.