En una medida destinada a fortalecer la seguridad en las playas locales, el Concejo Deliberante de San Antonio Oeste ha aprobado la incorporación de becas para el uso del natatorio municipal a los guardavidas que enfrenten dificultades económicas.
La iniciativa busca asegurar la capacitación continua y el cumplimiento de las pruebas físicas obligatorias para estos profesionales, quienes son responsables de la seguridad en las playas del ejido municipal.
La Ordenanza Municipal Nº 4624, que regula el servicio de guardavidas, establece que cada año el cuerpo de guardavidas, compuesto por 69 personas, debe someterse a pruebas acuáticas para validar su aptitud física. Para ello, el natatorio municipal es una herramienta clave en su preparación. Sin embargo, muchos de estos trabajadores solo tienen empleo durante la temporada de verano, siendo este su único ingreso formal, mientras que el resto del año subsisten con trabajos informales o changas.
Consciente de esta realidad, el municipio ha decidido otorgar tres becas completas para el uso del natatorio municipal, destinadas a aquellos guardavidas que no puedan costear este servicio durante tres meses. Estas becas permitirán a los beneficiarios entrenar de manera profesional, asegurando su preparación para superar las pruebas de aptitud física estipuladas en el artículo 5º de la Ordenanza Nº 4624.
El proceso de selección de los becados será realizado por una comisión integrada por un representante del Poder Ejecutivo, un representante del gremio SUGARA y el jefe de operativo en playa. Además, en caso de que algún beneficiario consiga un trabajo en relación de dependencia durante el periodo de la beca, esta será suspendida automáticamente, permitiendo que otro guardavidas pueda beneficiarse.
La medida, según la Municipalidad, no solo es un paso importante para garantizar la seguridad en las playas, sino también un apoyo directo a los guardavidas en situación vulnerable, permitiéndoles mantener su formación y desempeño profesional durante todo el año.
