Golpe al boslillo: sin valor fijo en la harina, el pan aumentará considerablemente

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Hoy, no hay un valor fijo y los panaderos de la región miran con angustia qué puede ocurrir en los próximos días. El precio de la harina sigue subiendo y el pan podría llegar a los $ 300


Cómo muestra, basta un botón: la bolsa de harina 0000 que hace 10 días se conseguía en el mercado mayorista a 1.300 pesos, esta semana ya valía 2.300. Un aumento del 80 %. Y eso no es nada: “lo último es que no tenemos precios; nos pueden mandar el producto pero sin precio”, comentó entre resignado y ofuscado Jorge Escariz, reconocido profesional del rubro.

En un mes, el kilo de pan subió un 25 %: “hoy está a 250 pesos el kilo y somos los que estamos más barato en toda la provincia. En Cipolletti está a 280 pesos; en Viedma y en Neuquén, a 300 pesos”, explicó. Claro que nada dura para siempre y según se comenta en el sector, el valor podría llegar a los 300 pesos en poco tiempo más.

Porque no sólo está aumentando la harina, sino que corren parejo los incrementos en los valores de la margarina, la grasa, los dulces y el resto de los insumos que se utilizan en una panadería. Pero hoy por hoy, lo que preocupa es la harina. “Yo no lo hecho la culpa a ningún gobierno. Esto es responsabilidad de las tres o cuatro multinacionales que son formadoras de precio, que son las que pueden exportar y que, al haber escasez de trigo a nivel mundial, eligen vender todo lo que tienen a valor dólar”, explicó Escariz.

Por eso, muchas veces el panadero distribuye los costos en los diferentes productos para poder mantener un equilibrio con los de primera necesidad: “se puede ganar menos con el pan y equilibrar con otros productos como las facturas o los grisines. Son elecciones. Lo mismo hacen los supermercados, que ofrecen el pan como atracción”, apuntó.

Lo concreto es que los proveedores de harina tienen poca producción para ofrecer y un precio que puede cambiar día tras día. Y la incógnita de los panaderos pasa por cómo afrontar una situación de tanta inestabilidad. “No podemos aumentar por aumentar. Yo atiendo personalmente a mis clientes entre las 6.30 y las 9 de la mañana y veo cómo se van arreglando. El pan es un consumo popular, masivo. Y el que antes llevaba tres tiras, hoy lleva dos y ve cómo se las arregla. Y mañana llevará una”, apuntó.

Escariz es el titular de la panadería “La baguette” y cuenta con un plantel de 25 empleados, así que cualquier decisión debe ser evaluada en profundidad. “Al final del cuento, el que paga el pato siempre es el que menos tiene. El mes pasado le dimos un aumento al personal y ya no le sirve por el nivel de inflación que tenemos”, comentó.

Y añadió: “se comenta que el grano empezó a bajar. Yo me pregunto si bajará también el molino harinero… pero acá nunca baja nada, siempre se queda en un determinado nivel”.

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