En conmemoración al bicentenario de aquel hecho, en Las Grutas se realizará el izamiento de la Bandera Argentina en el mástil de la costanera, uniéndonos a la convocatoria nacional este viernes 6 de noviembre a las 11:30 hs.
En particular, los Veteranos residentes del ejido San Antonio, acompañados de autoridades municipales, fuerzas vivas, y vecinos, previo al izamiento depositarán «Tierra de Malvinas» para que el Pabellón Nacional vuelva a flamear sobre la misma, como hace 200 años.
A las 20 hs, se proyectará el estreno del documental «GESTA DE MALVINAS, la guerra en casa» en la pantalla al aire libre ubicada en a Casa de la Cultura del Bicentenario, con el cumplimiento de protocolos vigentes.
Reseña histórica
En 1820, al iniciarse el período de las autonomías provinciales, el oficial de Marina David Jewett tomó posesión de las Islas Malvinas en nombre de las Provincias Unidas del Río de la Plata en un acto público en Puerto Soledad, al que asistieron loberos y balleneros de varias nacionalidades, entre ellos estadounidenses y británicos, que recalaban en las Islas en el desarrollo de sus faenas.
El 6 de noviembre de 1820 Jewett izó por primera vez en las Islas la bandera de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Arribó en octubre a Puerto Soledad, capital de las Islas Malvinas, donde encontró cazadores furtivos estadounidenses y británicos que carecían de autorización del gobierno de Buenos Aires. Advirtió a los navíos foqueros y pesqueros que sus actividades eran ilegales y que dañaban los recursos naturales locales.
Luego distribuyó entre los cazadores ilegales una circular bilingüe que establecía lo siguiente:
Fragata del Estado “Heroína”, en Puerto Soledad, Noviembre 2 de 1820. Señor: Tengo el honor de informarle que he llegado a este puerto comisionado por el Superior Gobierno de las Provincias Unidas de Sud América para tomar posesión de las islas en nombre del país a que éstas pertenecen por ley natural.
Al desempeñar esta misión deseo proceder con la mayor corrección y cortesía para con todas las naciones amigas.
Uno de los objetos principales de mi cometido es evitar la destrucción de las fuentes de recursos necesarios para los buques que de paso o de recalada forzada arriban a las islas, y hacer de modo que puedan aprovisionarse con el mínimo de gastos y molestias. Dado que los propósitos de Ud. no están en pugna ni en competencia con estas instrucciones, y en la creencia de que una entrevista personal resultará de provecho para entrambos, invito a Ud. a visitarme a bordo de mi barco, donde me será grato brindarle acomodo mientras le plazca.
He de agradecerle asimismo tenga a bien, en lo que esté a su alcance, hacer extensiva esta invitación a cualesquiera otros súbditos británicos que se hallaran en esas inmediaciones.
Tengo el honor de suscribirme, señor, su más atento y humilde servidor. David Jewett. Coronel comandante de las Provincias Unidas de Sudamérica y comandante de la Fragata Heroína.
Jewett asume entonces el mando militar del archipiélago malvinense, reafirmando la soberanía en el Atlántico Sur; con el izamiento de la primera bandera argentina, y la lectura de la Proclama. Luego, desde allí, procedía a la detención de naves dedicadas al contrabando y la persecusión de los foqueros y balleneros. Entre ellas la goleta norteamericana Rampart, procedente de Lima y decía que con destino a Cadiz.
Guillermo Mason sucedió a Jewett en la gobernación de las Malvinas. Durante la década de 1820 los gobiernos argentinos realizaron diversos actos demostrativos de su soberanía sobre las Islas Malvinas, incluyendo la designación de gobernadores, la legislación sobre recursos pesqueros y el otorgamiento de concesiones territoriales. En este marco se fue desarrollando Puerto Soledad, cuyos habitantes se ocupaban de la cría de ganado, la caza de lobos marinos y la prestación de servicios a los buques que tocaban puerto.
El 2 de febrero de 1825 Gran Bretaña y el gobierno de Buenos Aires firmaron el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación. Dicho tratado regulaba las condiciones para el comercio mutuo, y también garantizaba los derechos civiles de los ciudadanos británicos residentes en el Río de la Plata, así como su libertad de trabajo.
Gran Bretaña no presenta ninguna objeción a la soberanía argentina de las Malvinas al firmar el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación con las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1825, ni al reconocer la independencia argentina.
El 10 de junio de 1829 el gobierno de Buenos Aires promulgó un decreto creando la Comandancia Política y Militar de las Malvinas. Luis Vernet fue designado como Comandante político y militar, delegándose “en su persona toda la autoridad y jurisdicción necesaria”.
Después de haber mantenido silencio por más de medio siglo y sin haber mostrado oposición ni a la administración española ni a la de las Provincias Unidas en Malvinas, en noviembre de 1829, el Reino Unido protestó dicho decreto, en el marco de un renacimiento de su interés estratégico en el Atlántico Sur.
El 30 de julio de 1831 Vernet capturó a la goleta norteamericana Harriet por pescar ilegalmente en las inmediaciones a Malvinas. El 28 de diciembre de 1831, el buque de guerra estadounidense Lexington entró en la Bahía Anunciación bajo bandera francesa. Invitó a las autoridades de las Islas y cuando estuvieron a bordo, los arrestó. Luego desembarcó sus fuerzas, detuvo a casi la totalidad de los habitantes del poblado de Puerto Soledad, saqueó y destruyó sus instalaciones y luego partió hacia Montevideo.
Tras el ataque, el gobernador de Buenos Aires, Juan Ramón Balcarce, inició de inmediato las gestiones para obtener una reparación de los Estados Unidos y a la vez envió una nave de la Armada para restablecer el orden en las Islas, la goleta Sarandí, comandada por José María Pinedo. El estado de indefensión y ruina en que habían quedado las Islas luego del ataque de la Lexington fue aprovechado por los ingleses, quienes de inmediato enviaron una fragata de guerra al mando del capitán John James Onslow con el objetivo de ocuparlas.
A fines de 1832, el comandante John James Onslow, al mando de la corbeta “Clío”, arribó a Puerto Egmont, en la isla Gran Malvina. Más tarde, el 2 de enero de 1833, la corbeta ancló frente a Puerto Soledad. Luego de su arribo, Onslow informó a Pinedo que había llegado para ejercer los derechos de soberanía británica sobre las Islas y que debería arriar la bandera argentina al día siguiente y reemplazarla por la inglesa. Pinedo contestó por escrito que rechazaba esa demanda, pero no creyó que debía resistirse militarmente y renunció a combatir.
Onslow desembarcó y tomó el lugar por la fuerza. Luego contactó entre los habitantes a los ingleses William Dickson y Mathew Brisbane y al francés Jean Simón, a quienes dejó como encargados de mantener la ocupación británica en las Islas. Pinedo, que no enfrentó a la fuerza inglesa como se lo indicaba la orden con la que había sido enviado, se justificó con el argumento de que su fuerza no tenía ninguna posibilidad de enfrentarse a la Clío. A la mañana siguiente de concretada la usurpación, embarcó a sus hombres y ofreció traslado a Buenos Aires para los pobladores que quisieran abandonar Puerto Soledad. Cuando la goleta Sarandí llegó a Buenos Aires las autoridades ordenaron una investigación y se formó un tribunal militar, que condenó a Pinedo a una suspensión de cuatro meses sin goce de sueldo, le prohibió estar al mando de buques y lo destinó al ejército de tierra. Sin embargo, en 1834, ante la falta de oficiales, fue reincorporado a la Marina.