El 3 de enero del año 2009 la ciudad de San Antonio Oeste recibió con estupor la noticia de un crimen violento a una mujer. Hoy estaría contemplado en el marco legal de femicidio, ley que se sancionó en el 2012.
La temporada en Las Grutas comenzaba y esa mañana de calor Silvia Manzanares se subió a su taxi, tenía puestos sus anteojos, una remera, bermudas y ojotas. Después de pasar por la base de su trabajo, se fue a tomar mate con su pareja, ya que no había mucho movimiento bien temprano.
A las 10,30 recibió un llamado para subir a pasajeros en calle Quintana y Malvinas. De allí la incógnita, después de eso no hubo señal de liberación del móvil, ni llamado, siquiera un pedido de auxilio. Nada.
Silvia Manzanares fue ultimada con 12 puñaladas, con una atroz violencia, una de ellas en el cuello que cortó la arteria. También fue brutalmente golpeada en su cabeza y en la nuca. Según se supo, en los 14 cuerpos de la causa, no hay sospechas de quienes pudieron ser los asesinos. Increíble.
La mujer, que en ese entonces contaba con 47 años, fue encontrada boca abajo en un camino alternativo cercano al basurero municipal, entre las vías y la RN3. Su vehículo, un Fiat Siena blanco, a poca distancia de su cuerpo. En el rastrillaje encontraron los anteojos, uno de sus calzados con sangre. En el auto, una huella, que fue cotejada varias veces y no consiguen encontrar el registro de la misma.
Según el expediente, Manzanares habría recibido los primeros estiletazos mientras conducía, luego bajó del auto, corrió, pero fue alcanzada por el o los homicidas que la ultimaron en el suelo.
Según la autopsia, que consta en la documentación de la causa, tenía heridas de defensa y los primeros puntazos lo recibió en la espalda arriba del rodado.
Todo ocurrió en poco tiempo, porque a las 11,15 horas un prefecturiano con su hijo, que pasaban por el lugar, divisaron el cuerpo y la escena, dieron aviso a la policía.
San Antonio Oeste fue testigo de unos de los crímenes más violentos y horrendos de su historia. Impune hasta el momento y por ahora, la justicia nunca pudo llegar a tener un sospechoso del crimen, tampoco el motivo del homicidio. (Las fotos son del Diario Río Negro edición de papel)
