Así lo señalan los integrantes de la Sociedad Rural zona de influencia de San Antonio Oeste “según los datos estadísticos estamos atravesando la peor sequía de los últimos 12 años”.
Comunicaron que “La situación de la zona de San Antonio Oeste no escapa a la realidad de casi toda la región, donde las precipitaciones estuvieron muy por debajo del promedio histórico, que ya de por si es bajo por pertenecer a una región semiárida con lluvias escasas y erráticas”.
Agregan “Esta falta de lluvias sumado a un verano muy riguroso con muy altas temperaturas y extendido en el tiempo con fuertes vientos que azotaron durante gran parte del año, secando la poca humedad existente, nos ha dejado con escasos o nulos recursos forrajeros para sostener la producción ganadera”.
Señalan que “La primavera se está retirando sin lluvias significativas, lo que implica un verano seco, sin pasto y con los animales en malas condiciones”.
El Presidente de la Sociedad Rural, Ing. Agrón. Martín Echave, expresó “es generalizada la mala condición de los pastizales y de los animales, salvo situaciones puntuales donde las condiciones han sido más benévolas. Se está viendo gran mortandad de vacas, voladura de suelos, ventas forzosas de animales y hasta cierre de campos. Por eso la Sociedad Rural se hace eco de esto. El campo, pilar fundamental de nuestra economía no está pasando por un buen momento y requiere de nuestra atención o al menos empatía. Como institución que representa al sector nos vemos en esa obligación”.
Menciona además “La alternativa de mantener los animales a base de alimento balanceado o heno es económicamente inviable por los altos costos que esto conlleva, solo puede efectuarse esta práctica por un breve periodo de tiempo. Por lo cual dependemos de manera exclusiva de la capacidad de los suelos para generar el pasto suficiente que dé alimento a nuestros animales. Para esto es indispensable la lluvia y un manejo adecuado de los recursos”.
“Todo esto implica una situación crítica y de quebranto para la producción del año en curso y del año siguiente, en el caso de la cría vacuna, debido al mal estado corporal de las vacas, las preñeces serán notoriamente bajas generando una merma sustancial de terneros de la zafra venidera. Por lo cual, de normalizarse las lluvias, el daño ya está hecho, ahora lo que resta es tratar de que impacte lo menos posible tanto en lo productivo, económico y anímico de los productores que estamos acostumbrados a luchar contra las vicisitudes que atañe a nuestra actividad, y que son muchas” refiere.
“En este sentido es necesario ser activos, creativos y estar informados para poder tomar las mejores decisiones que ayuden a sortear la difícil coyuntura y no genere una crisis mayor. Eso desde lo individual, desde lo institucional se ha solicitado al Ministro de Producción de Río Negro que se incorpore el Departamento San Antonio en la Emergencia Agropecuaria y desde la Federación de Sociedades Rurales se ha acompañado el pedido a SENASA de flexibilizar el cumplimiento del sangrado de animales para evitar tener animales en mal estado encerrados por un tiempo adicional” concluye.