Es tiempo de campaña. Nadie escapa a la escucha de discursos cargados de elocuencia y de promesas. La Literatura se ha encargado de recrear la historia con diferentes estilos y me resulta atractivo compartir pasajes de la obra “Rebelión en la Granja” de George Orwell. Cansados de tanta esclavitud e injusticias cometidas por el señor Jones, los animales de la granja deciden aceptar a Napoleón como su líder en la “República de los animales”. Se crea el Comité de Cerdos y se establece que habrá héroes de primera clase y héroes de segunda clase, que “Cuatro patas es bueno, dos piernas malo”. Trabajaré más duro decía, mientras preparaba los 7 mandamientos que regirían su mandato: Ningún animal matará a otro, ningún animal beberá alcohol, ningún animal dormirá en cama. Ningún animal usará ropa… Así de claro y convincente era el discurso de Napoleón. El comité de cerdos, todos los camaradas y animales de la granja repetían al unísono “Napoleón siempre tiene razón”. Y el líder llegó al poder, sin dudas para terminar con el sometimiento de su república. Pero el accionar de Napoleón no coincidía con lo prometido y hasta las escrituras fueron revisadas por quienes recordaban esos 7 mandamientos. Volvían a leer cuando se encontraron con las siguientes frases: ningún animal matará a otro sin causa, ningún animal beberá alcohol en exceso ningún animal dormirá en una cama con sábanas, … hasta llegar al último: Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros.
Pero necesitamos situarnos en este contexto para comprender cómo funciona este “Sr. Sistema” político sin analizar los discursos y las acciones que usted ya conoce. Solo diré que aquí no nos vuelve a convencer un Napoleón y no nos amilana los mensajes de quienes detentan el poder. Quedaron atrás las sugerencias: “si querés hacer política tenés que ser hipócrita, los libres pensadores no tienen lugar en este espacio, lo tuyo es incompatible con la política”. A quienes se creen dueños de los valores, de las ideas y de las voluntades quiero decirles sin dudar: LO ÚNICO INCOMPATIBLE CON LA POLÍTICA ES LA MENTIRA, LA CORRUPCIÓN, LA POBREZA, incluso LA ADMINISTRACIÓN DE UN JARDÍN DE INFANTES PRIVADO CON PERSONAL SIN REGISTRAR (o sea, sin aportes) APROVECHANDO LA VULNERABILIDAD DE LAS PERSONAS.
Ninguna profesión o condición es INCOMPATIBLE CON EL EJERCICIO DE LA POLÍTICA, mucho MENOS cuando el MÉRITO, que se alimenta del esfuerzo y la perseverancia, está DEMOSTRADO. No solo no es incompatible, sino NECESARIO que PONGAMOS EN EVIDENCIA QUE SE PUEDE SER LIBREPENSADOR EN UNA GRANJA DE APLAUDIDORES.
AÍDA IRMA VERBEKE – DNI: 10675920
Todas las cartas de lectores, artículos y nota de opinión de terceros se plasman sin cortar, ni corregir. Las mismas son responsabilidad de quienes las firman y no reflejan la línea editorial de este medio digital.