Juan Ortiz, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), expuso nuevamente la delicada situación que atraviesa la actividad pesquera industrial en San Antonio Oeste, particularmente en relación con la empresa Río Salado.
Según Ortiz, la problemática que enfrentan los trabajadores no es nueva, ya que el año pasado se vivió un conflicto similar que resultó en despidos masivos.
El líder sindical relató en SIGNOS FM que la empresa no cumplió con el pago del aguinaldo en la fecha estipulada, 30 de junio, y cuando finalmente se realizó el pago, fue significativamente inferior a lo que corresponde según los acuerdos salariales. Esta situación ha generado un malestar creciente entre los trabajadores, quienes en la mañana de ayer realizaron una asamblea para expresar sus reclamos.
Ortiz explicó que, si bien la comunicación con algunos empleados es constante, la situación ha llegado a un punto en el que se requiere una acción conjunta. «Se ha decidido seguir reclamando el aumento salarial que ya se acordó con otras empresas del sector», afirmó, refiriéndose a un acuerdo firmado con la empresa RV Racing, que también fue aceptado por otras pesqueras como San Salvador y Harina SAO.
Sin embargo, la empresa Río Salado ofreció un incremento del 30% sobre la producción, excluyendo bonos remunerativos y otras compensaciones, propuesta que fue rechazada por el sindicato. Ortiz dejó en claro que se busca un acuerdo similar al alcanzado con otras empresas, con carácter retroactivo al 1 de junio.
El secretario general subrayó la necesidad de un diálogo fructífero, pero advirtió que las amenazas de cierre por parte de la empresa no pueden ser ignoradas. «La decisión de los trabajadores es firme, están pasando por necesidades y es justo que se luche por un salario digno que satisfaga a las familias», declaró.
En cuanto a la actividad pesquera, Ortiz manifestó que la captura de langostino, una esperanza para reactivar la producción, no ha generado los resultados esperados. «Nosotros teníamos la esperanza de que con la captura del langostino iba a haber un rebote en la producción, pero eso no ha ocurrido», señaló. Actualmente, la empresa está procesando merluza traída desde Caleta Olivia, aunque persisten las dudas sobre la procedencia del cupo y la cuota otorgada por la provincia o la nación.
El sindicato ha solicitado información a la Secretaría de Pesca sin obtener respuesta hasta el momento, lo que ha generado una mayor incertidumbre entre los trabajadores.
Ortiz concluyó destacando la necesidad de un acuerdo que beneficie a los trabajadores y sus familias, esperando que las negociaciones lleguen a buen puerto y logren mejorar las condiciones laborales en la región.