En un contexto de paralización de la actividad constructora, el sector se muestra esperanzado ante la posibilidad de reactivar la obra pública tras un encuentro con el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck.
La reunión, que contó con la presencia de miembros de la Uocra y la CGT, tuvo como eje principal analizar la situación actual de los trabajadores de la construcción en la provincia y discutir proyectos clave como Vaca Muerta Sur de YPF, una planta de GNL y 58 iniciativas mineras.
Damián Miler, secretario general de la CGT Zona Atlántica, destacó la importancia de estas inversiones no solo para la generación de empleo, sino también por la respuesta que pueden brindar a la gran demanda social existente. «Ojalá estas respuestas en obra pública se traduzcan en la construcción de viviendas, centros de salud, rutas y caminos, que son fundamentales para la vida social y comercial de los argentinos. Estamos muy expectantes y esperamos que sean grandes respuestas», expresó Miler.
En cuanto al proyecto de la terminal de exportación de Vaca Muerta Sur, Miler estimó que podría generar más de mil puestos de trabajo. Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de prepararse adecuadamente para evitar depender en exceso de mano de obra foránea. «Ninguna región del país tiene la cantidad de mano de obra necesaria para este tipo de proyectos. Es crucial comenzar a formar a los trabajadores para estar a la altura de las circunstancias», sostuvo en una entrevista en Radio Noticias.
Crisis en la construcción: el impacto de la Obra Pública Paralizada
La industria de la construcción enfrenta una crisis profunda debido a la desaceleración de la actividad, resultado de la paralización de la obra pública bajo el gobierno de Javier Milei. Según Miler, más de 130 mil puestos de trabajo se han perdido en el último año. «El trabajador de la construcción es el primero en sentir el golpe. La paralización de la obra pública ha tenido un impacto negativo significativo, y Río Negro no es la excepción», afirmó.
En la región Atlántica, la situación es especialmente crítica, con una ocupación prácticamente nula en la obra pública. «Lamentablemente, se han perdido todos los puestos de trabajo que teníamos en esta área porque no hay una sola obra pública en curso», concluyó Miler.
La industria de la construcción espera que los recientes diálogos con el gobierno provincial puedan marcar el inicio de una recuperación, con la esperanza de que nuevas inversiones y proyectos revitalicen el sector y devuelvan los empleos perdidos.