La medida de corte de rutas que llevó adelante UPCN fue contundente en toda la provincia. Hubo cortes en Viedma, en el km 999 de la Ruta 3. En Valle Medio el corte fue en Choele Choel donde también estuvieron trabajadores y trabajadoras de Chimpay, Belisle, Darwin, Pomona, Río Colorado, Luis Beltrán y Lamarque. En Línea Sur se cortó el tránsito vehicular en el empalme que une la ruta del Alto Valle con la de la Línea Sur y contó también con la participación de compañeros y compañeras de Los Menucos, Jacobacci, Maquinchao y Sierra Colorada. En San Antonio Oeste se cortó la ruta 250 que también viene del valle, por lo que hubo una retención muy importante de vehículos de esa zona, participaron además trabajadores de SAO, Las Grutas; Conesa y Valcheta. En el Alto Valle se cortó la ruta 22 y Ruta 6, camino a Paso Córdoba y se marcharon 3 kilómetros por ruta hasta la intersección con el cruce de Gómez, participaron compañeros y compañeras de Chichinales, Villa Regina; Huergo, General Roca, Allen; Fernandez Oro, Cipolletti y Cinco Saltos. En las demás localidades se hicieron asambleas y movilizaciones.
Los cortes fueron estrictos y duraron tres horas. La gran mayoría de personas que circulaban esta mañana incluso acompañó nuestra medida y nos manifestaba apoyo a pesar de tener que esperar en fila para poder pasar. Cuando nos retiramos había bocinas, saludos y aplausos.
“Este conflicto salarial ya traspasa la problemática de los trabajadores y se instala como un problema social, porque lo llevamos a la calle y porque el problema de la pobreza de la clase trabajadora también se siente en toda la sociedad. No es un capricho de UPCN, es lo que los propios compañeros traen, sus problemas graves de subsistencia, la situación indigna de trabajar y no tener para dar de comer ni siquiera una semana a su familia. Es nuestro sindicato el que canaliza todo eso, quienes estamos en reclamo con medidas desde febrero y manifestándonos en contra del recorte desde el principio mismo, con el entonces gobernador Weretilneck que lo inició en 2018” dijo Luis Rosas y agregó que el apoyo de trabajadores es cada vez más fuerte porque la situación es “muy grave. Hoy comentaba un compañero que cobra 30.000 pesos después de algunos descuentos, es sostén de familia y alquila. Imposible vivir así en la Patagonia”.
Juan Carlos Scalesi, secretario general de nuestro sindicato dijo que el gobierno piensa que “a quien le cierra la puerta es a la UPCN o a mí, como un juego de ego institucional absurdo, cuando en realidad este gobierno tiene un serio problema con todas y todos los trabajadores. No escucha a nadie, no dialoga genuinamente, actúa como si las personas que día a día atienden las oficinas, las escuelas o los hospitales no les importaran nada. Y no es la pandemia, es un modo operativo lamentable que viene de mucho antes. Ellos aprobaron una Ley de disponibilidad y luego el recorte paulatino y constante que empobreció a los trabajadores”.