USO DEL ÁCIDO HIALURONICO EN ARTROSIS





¿Qué es el ácido hialurónico?

En una articulación sana, el ácido hialurónico es un componente principal del líquido sinovial, que actúa tanto de lubricante como de amortiguador, por ejemplo, al correr o saltar. Sin embargo, en las articulaciones con artrosis se observa una reducción de la cantidad y de la calidad del ácido hialurónico. De ahí que se haya propuesto que inyecciones de ácido hialurónico en la articulación puedan compensar estas pérdidas y restaurar las propiedades viscoelásticas del líquido sinovial.

¿Es eficaz el ácido hialurónico para la artrosis?

Si le han diagnosticado artrosis en alguna articulación, y el tratamiento inicial no ha sido suficiente para contener el dolor y frenar la progresión de la enfermedad, es posible que le hayan  propuesto ir un paso más allá y administrarle inyecciones de ácido hialurónico. Este tratamiento no sustituye a las recomendaciones que le hayan hecho antes. Conviene que siga controlando el peso, que no exija la articulación con una actividad física agresiva, aunque sí que la ejercite con moderación, y que siga cumpliendo los tratamientos que le hayan recetado. Varios estudios mundiales avalan la eficacia del tratamiento con ácido hialuronico para la artrosis actualmente: “Las inyecciones provocaron efectos terapéuticos muy amplios sobre el dolor y sobre la función de la rodilla”, concluyen los autores del meta análisis publicados en Clinical Medicine Insights: Arthritis and Musculoskeletal Disorders.

¿Cómo se administra?

El tratamiento suele consistir en tres a cinco inyecciones que se administran con una semana de diferencia dentro de la articulación afectada. A pesar de parecer una técnica sencilla el tratamiento con infiltraciones sólo debe ser administrado por un médico especialista familiarizado con el producto, y las técnicas de inyección intraarticular y líquido sinovial. La infiltración es una técnica que requiere experiencia y pericia para inyectar el producto en la zona indicada. Hay que tener en cuenta que el éxito de esta práctica puede ser debido a una correcta aplicación y que la misma sólo es posible hacerla con un profesional con las instalaciones y equipamiento adecuado. Pero, aunque los síntomas mejoren, el ácido hialurónico no cura la artrosis. Puede mejorar la lubricación de la articulación y la capacidad de amortiguación, pero no restaura el cartílago dañado. Por ello, conviene recordar que no es un sustituto sino un complemento de otros tratamientos y recomendaciones.

De este modo, el ácido hialuronico es una alternativa útil para el tratamiento del dolor en las personas con artrosis que no han respondido de modo satisfactorio a la terapia no farmacológica o al uso de analgésicos simples.

Dr. Edgar Torres, traumatólogo, Hospital A. Serra

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