Un grupo de vecinos se ha manifestado para exigir la prohibición de la pirotecnia debido a los efectos negativos que esta práctica tiene sobre la salud y el ambiente. Gabriela Latorre, residente de Las Grutas y uno de las defensoras de la iniciativa, expresó su preocupación por las diversas consecuencias del uso de fuegos artificiales, que van más allá del aspecto económico.
Latorre destacó en Signos FM, que las leyes ambientales de la provincia deberían ser el principal argumento para rechazar cualquier propuesta que promueva la pirotecnia. Según la vecina, los efectos negativos incluyen no solo el daño a la fauna marina y autóctona de la región, sino también el impacto en la salud de los niños prematuros, los adultos mayores y personas con condiciones como el autismo, quienes sufren profundamente ante los ruidos fuertes. «Es una irresponsabilidad reducir todo a una cuestión económica», enfatizó, cuestionando las motivaciones de aquellos que ven en la pirotecnia un atractivo turístico.
También subrayó el incremento de incendios y atenciones hospitalarias durante las épocas festivas como parte de los riesgos de la pirotecnia. «Son muchos factores que hay que medir antes de pensar en la cuestión del bolsillo», indicó, señalando que, si bien la pirotecnia puede ser atractiva, no se puede poner por encima del bienestar y el sufrimiento de personas y animales.
Latorre abogó por que las cámaras de turismo valoren las riquezas naturales de la región en lugar de recurrir a espectáculos de fuegos artificiales que duran unos pocos minutos. Además, hizo un llamado a las autoridades para que se encarguen de controlar la venta clandestina de pirotecnia, advirtiendo que legalizar este tipo de actividades no es la solución.
«Debemos avanzar como sociedad, no retroceder», sentenció Latorre, refiriéndose a la necesidad de adoptar un principio de «no regresión» en temas que afectan la salud pública y el medio ambiente. En este sentido, propuso alternativas como los espectáculos de luces, una tendencia que ya se está implementando en otras partes del mundo para sustituir los fuegos artificiales, garantizando diversión sin causar daño.
La discusión sobre la prohibición de la pirotecnia en Río Negro ha generado un amplio debate entre quienes defienden su uso por razones económicas y aquellos que priorizan el bienestar de las personas y el medio ambiente.